Vicki Vera - 24 de marzo de 2021
Las facturas de la luz se han incrementado mucho en los últimos meses, con su pico más alto durante la borrasca “Filomena”, que aumentó el coste de la electricidad para todos.
Eso ha hecho que pensemos cómo ahorrar en la factura de la luz, para lo cual podemos llevar a cabo varias acciones como contratar el suministro con una compañía electrica barata, aunque no esto no es lo único que haremos para bajar nuestra factura.
Quizá el paso más importante para ahorrar en nuestra factura de la luz es analizar el consumo. Esto lo podemos hacer desde la web de la empresa que nos envía la factura, en donde vamos a comprobar cuándo hacemos los mayores consumos.
La idea es ver si nuestros consumos nos permiten pasarnos a una tarifa de discriminación horaria o si nuestras costumbres hacen que sea posible mover los máximos consumos a una hora en la que la luz es muy económica gracias a ese tipo de tarifa.
Este es el cambio que más nos hará ahorrar, aunque es probable que conlleve un cambio de costumbres que no todas las familias pueden afrontar o que no todo el mundo está dispuesto a llevar a cabo.
El mercado regulado, lo que se conoce como tarifa PVPC, es casi siempre el más económico.
De hecho, las compañías eléctricas no paran de llamar con “ofertas” que pretenden sacarnos de este mercado en el que el precio del kW suele ser el más bajo en casi todas las circunstancias.
Por eso, lo mejor que podemos hacer es coger una factura y ver si tenemos la tarifa PVPC. Si no la tenemos usaremos un comparador de precios, que nos proporciona nuestra propia distribuidora donde veremos si nos conviene pasarnos al mercado regulado, lo cual supone un ahorro en el 99 % de las circunstancias.
De hecho, usando el comparador de nuestra compañía y poniendo el precio de kW que tenemos en la tarifa regulada, nos dirá que no nos pueden hacer una oferta mejor.
Cambiar todas las bombillas de la casa y los electrodomésticos por otros más eficientes se notará en la factura final, sobre todo si somos muchos en casa y pasamos mucho tiempo en ella, algo que no es raro en la situación actual.
Eso sí, es una manera de ahorrar que se nota a largo plazo, pues cuando realmente funciona es si los cambios se producen cuando las bombillas y los electrodomésticos se rompen.
De nada sirve cambiar una lavadora que funciona por otra más eficiente, pues nunca amortizaremos el gasto que supone comprarla en la factura mensual y algo similar pasa con las bombillas.
Otra de las maneras que tenemos de ahorrar es cambiar de compañía a una más económica.
El precio de la electricidad está muy regulado, pero hay empresas que nos ofrecen el precio mínimo (digamos que nos dan la electricidad a precio de coste) a cambio de sumar un fijo de unos pocos euros todos los meses.
En ocasiones este fijo se puede eliminar, contratando otro producto de esa empresa, por lo que hay casos en los que puede ser interesante irnos a otra distribuidora, más teniendo en cuenta que no es necesario que ningún técnico se desplace a casa.
