26 de abril de 2024
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¿Cuándo podría ser necesario acudir a terapia de pareja?

¿Cuándo podría ser necesario acudir a terapia de pareja?

Vicki Vera - 29 de julio de 2021

Mantener la buena salud de una relación amorosa no siempre es fácil. Y para que la confianza o el bienestar se rompan no tiene que ocurrir necesariamente nada grave: el paso del tiempo, el desgaste, el cambio de personalidad propio de la edad y otras muchas variables pueden estar en el origen de una crisis de pareja.

Así lo detalla Patricia Maguet, terapeuta experta en terapia de pareja, que ve como cada día llegan a su despacho personas que no saben enfocar bien su situación y, aunque saben que quieren a la otra persona, no tiene muy claro cómo deben enfocar su día a día para superar esos escollos.

¿Cuándo hay que acudir a terapia de pareja? Maguet lo tiene claro: Es un error pensar que hay que esperar al último momento, cuando la situación es insalvable, cuenta: “Existen una serie de pistas que pueden ayudar a identificar que es el momento de encontrar ayuda”.

Situaciones que hacen necesaria la terapia de pareja

Ordenadas de más graves a menos, estas son las situaciones que los expertos consideran que deberían ser el detonante para solicitar la asesoría y la atención y orientación de un terapeuta de parejas.

Pena constante

Pensamientos como el de no saber qué se está haciendo en la relación, sentirse completamente ajeno a la otra persona o comprobar que ha cambiado y ya no compatibilizan del mismo modo son escenarios que pueden crear una situación de pena constante.

Este sentimiento puede llegar a enquistarse y derivar en cosas peores si no se le pone solución.

Desde luego, la terapia de pareja no tiene por qué resultar milagrosa en estos casos, pero sí puede ayudar a entender de dónde surge el sentimiento y comprobar si las dos partes están dispuestas a trabajar para superarlo, como ocurre en un gran porcentaje de las ocasiones.

Sentimiento de rechazo

Otro de los motivos más habituales para que una terapia se haga necesaria es la aparición de sentimientos de rechazo hacia el otro.

Sin ningún aparente motivo, muchas parejas se encuentran deseando que la otra persona no hable, no haga esta cosa o esta otra o no se comporte de tal manera. Puede tratarse incluso de hábitos que la pareja ha tenido desde siempre, pero que de repente comienzan a molestar.

Trabajar en qué ha cambiado en nuestros sentimientos para que esto sea un problema es el propósito de la terapia en este caso. Los profesionales ayudan a los integrantes de la relación a indagar en todo lo que experimentan para llegar a puntos comunes, sincerarse, etc.

Gestión de los momentos complejos

La muerte de un hijo, un periodo de paro laboral... Son momentos complejos que sin duda se meten por medio de una pareja.

La terapia de pareja, explica Patricia Maguet, puede ayudar además a trabajar los sentimientos en positivo: ayuda a las personas a descubrir el trabajo en equipo con su persona amada, a hablar con mayor tolerancia, cariño y respeto y, al fin, a construir un vínculo más firme y duradero.