Redacción - 9 de diciembre de 2021
El personal del Real Alcázar de Sevilla ha detectado en octubre la presencia de cotorras Kramer, especie invasora de Asia y África, buscando lugares para anidar en la fachada del Palacio de Pedro I (Bien de Interés Cultural, BIC), concretamente en las yeserías de sus galerías porticadas superiores. Este hecho ha llevado al Patronato del Alcázar a licitar un contrato para tomar medidas “urgentes” para evitar que estos animales aniden en la fachada.
El propio personal del monumento retiró los restos del material y colocó, a su vez, obstáculos en aquellos espacios donde trataban de anidar las aves. Tras consultar con técnicos del Centro Municipal de Protección y Control Animal de Sevilla (Zoosanitario) sobre el comportamiento de estos pájaros a la hora crear sus nidos, se advirtió que buscan huecos que agrandan con sus picos, de ahí el “riesgo” que suponían para la conservación de las yeserías, detallan fuentes municipales a Europa Press.
Para atajar este proceso de forma preventiva de cara al periodo de anidamiento y puesta, de diciembre a febrero, el Real Alcázar de Sevilla va a contratar un servicio integral para evitar la nidificación, y cuyo pliego de condiciones ha tenido acceso Europa Press.
En su diseño, han participado aparejadores, arquitectos, restauradores, la Dirección del Real Alcázar y el Alcaide, y consistirá en la limpieza de los restos de material que hayan depositado las cotorras para anidar y reparación de aquellas partes de las yeserías que se hayan podido ver afectadas atendiendo al principio de “mínima intervención patrimonial”. Además se ha dispuesto la instalación de una doble protección: una tela metálica flexible o malla de cuerda de alambre, ambas hechas en acero inoxidable o galvanizadas de tipo pajarera para las yeserías caladas, y otra exterior de red de polietileno ignífuga que se descolgará desde el borde del alfiz hasta el borde del pretil de mármol de las dos galerías.
La malla tendrá la “suficiente resistencia” para evitar que sean rotas por las aves, mientras que se colocarán a cierta distancia de las yeserías para evitar que las alcancen con sus picos. Esta fórmula de protección se ha considerado como la "más adecuada", ya que al situarse la fachada al aire libre, resulta complicado el control de los pájaros.
El contrato tiene un presupuesto de licitación de 9.631 euros y deberá ejecutarse en un plazo máximo de dos semanas a partir de la formalización del mismo. La protección se mantendrá solo durante el periodo de anidamiento de estos pájaros y será retirado posteriormente.
La nidificación en el interior de las yeserías conlleva la acumulación de suciedad, polvo, microorganismos y deyecciones en el interior y también por las distintas áreas de la fachada, tales como alféizares, yeserías y alero. “Todos ellos, agentes de deterioro que, en el caso de prolongarse en el tiempo, acabarían causando daños irreparables en los elementos ornamentales de la fachada del palacio de Pedro I”, detalla el documento.
Además, el Real Alcázar ha procedido a instalar jaulas de capturas de cotorras en sus jardines, en coordinación con el Centro Municipal de Protección y Control Animal de Sevilla, para reducir la presencia de estos animales en el monumento, y se está estudiando la posibilidad de instalar ahuyentadores por ultrasonidos, pero es “apremiante realizar medidas de protección directa de las yeserias”.
