Miguel Ángel Olimpo - 25 de enero de 2022
Los hornos son equipos que principalmente destacan por su generación de calor sobre un espacio cerrado. Son utilizados para cocinar alimentos, secarlos, gratinarlos o sencillamente calentarlos.
El horno eléctrico quedó un poco en el olvido dada la aparición de los hornos microondas. Sin embargo, en la actualidad han recuperado aquel protagonismo con ayuda de las innovaciones tecnológicas. Estas han permitido que sean mucho más seguros, cómodos y fáciles de usar y limpiar.
Si estás pensando en adquirir un horno eléctrico para tu cocina, comentamos algunos aspectos que deberías tomar en consideración antes:
Opta por un modelo que se adecue a tus necesidades guiándote por tus hábitos culinarios, la cantidad de personas que comen en el hogar, cuánto espacio tienes disponible, cuánto tiempo destinas a la cocina, entre muchos otros aspectos relevantes.
Los fabricantes aconsejan que cuando existe un espacio en la cocina que esté disponible, en este se posicione un horno en columna bajo el microondas, para así tenerlos a una buena altura.
Si no, otra opción bastante práctica y común es ubicarlos bajo la placa de la cocina. Si este último es tu caso y piensas empotrarlo, presta mucha atención a las dimensiones exteriores del horno. Así como también es necesario evaluar el espacio que tendrás que dejar libre a fin de ofrecer una ventilación óptima.
Las capacidades interiores de los hornos eléctricos son expresadas con base en litros y estas van a depender de las personas que se encuentren en tu hogar.
Es posible encontrar modelos compactos con una capacidad de 20 litros en el mercado actualmente. Aunque también existen aquellos de hasta 80 litros. La mayoría de los grandes modelos permiten la preparación de diferentes recetas de forma simultánea en múltiples bandejas sin que los aromas se mezclen.
La potencia de estos dispositivos está expresada en watts, tanto de los hornos como del grill y las funciones de limpieza a través de pirólisis, afectando directamente así al consumo energético. Mientras mayor sea la potencia de estos, los alimentos se van a cocinar mucho más rápido. Pero lo mejor es hacerse con un modelo que presente un nivel de eficiencia máximo A + + + y que evite los consumos innecesarios.
En lo que respecta a las prestaciones y funcionalidades, en el mercado podemos encontrar modelos muy simples y otros más complejos. Todo va a depender de las necesidades que tengas. Sin embargo, algunos aspectos claves en este apartado son los siguientes:
Estas permiten optimizar la cocción de los alimentos, a través de la permanencia constante de la temperatura y la distribución uniforme de calor. Algunos modelos incluyen funcionalidades muy útiles como turbo grill, variogrill, maxi grill, turbo plus y turbo solera. Cada uno está indicado para diferentes tipos de alimentos y recetas.
Existen ciertos modelos que permiten la cocción a vapor o mezclar en vapor con el aire caliente. Ciertas funciones facilitan el cálculo de temperaturas y tiempos, como ocurre con los sensores que adaptan programaciones de ambos factores o los relojes electrónicos. Básicamente, los sistemas de control electrónico que están integrados en estos dispositivos se encargan de gran parte de las tareas de cocción.
Los hornos eléctricos convencionales se limpian con las tradicionales bayetas y equipos específicos. Para que esta labor no resulte tan compleja, los hornos actuales cuentan en sus paredes y bandejas con esmaltes especiales que evitan que el sucio se adhiera. Además, integran sistemas de auto limpieza sumamente prácticos conocidos como catalíticos o pirolíticos.
Al ser encendidos y activar esta funcionalidad, los residuos de alimentos y grasa son carbonizados a más de 500 grados centígrados. De tal forma, pasan a convertirse en dióxido de carbono y agua evaporada que, a través de un proceso de oxidación, las paredes absorben la suciedad y la eliminan. Así, finalmente solo bastaría con pasar un paño seco en el interior del horno sin utilizar detergentes.
