28 de febrero de 2022
A la hora de buscar un buen equipo en el que dormir, en el mercado podemos encontrar muchas opciones.
Lo primero que solemos hacer es elegir el colchón y la almohada, aunque no hay que olvidarse de que la estructura también es importante. En este sentido, podemos elegir un colchón o un canapé (como estos de Colchones).
Si todavía no conoces las principales diferencias, pros y contras, sigue leyendo para descubrirlas.
Un somier es un tipo de estructura compuesta por un bastidor, láminas en las que reposará el colchón que hayamos elegido y unos tacos que servirán para fijar las láminas en el bastidor.
Para asegurarnos de que el somier que hemos elegido es de máxima calidad, habrá que estudiar la calidad de la madera.
Con el paso del tiempo, el somier ha evolucionado mucho. Ahora es posible encontrarlo en diferentes tipos y con muchas prestaciones.
El gran problema del somier es que la parte de debajo de la cama no se aprovechará y se llenará de polvo.
Además, corremos el riesgo de elegir un somier incómodo si no tenemos en cuenta los materiales con los que se han fabricado sus partes.
Por su parte, el canapé o arcón es una estructura cajón que nos permite aprovechar el espacio que quedaría debajo del colchón.
Tiene una tapadera que servirá de cierre y que se podrá quitar de forma sencilla gracias a su sistema de bisagras hidráulicas. Aunque el colchón sea más o menos pesado, el sistema de apertura/cierre es fácil de utilizar.
Los canapés no tienen ninguna desventaja importante más que la ventilación no será tan fluida como en un somier o cama convencional.
Ahora bien, en el caso de que las condiciones de mantenimiento y limpieza sean las adecuadas, esto no debería suponer ningún problema.
Ahora que ya conoces los pros y los contras de los canapés y camas tradicionales, tan solo es cuestión de hacer balance para determinar cual nos interesa más.