Redacción - 18 de abril de 2022
Esta frase del dramaturgo irlandés George Bernard Shaw fue concebida entre finales del S.XIX y principios del S.XX, pero en la actualidad tiene una aplicación clara, directa e idónea sobre el escenario de cambio que están viviendo multitud de empresas. La digitalización empresarial no es el futuro, sino el presente, si se quiere tener un asiento en el tren de la evolución en busca de la eficiencia y del crecimiento.
Una de las claves que conduce a esa adaptación al nuevo contexto es un software de gestión de empresas, con el que se recogen y se tratan los datos de los principales departamentos de la empresa en busca de mejorar el funcionamiento de la misma.
El último informe “Datos,digitalización y vuelta al crecimiento pre-pandémico”, elaborado por Forrester para Experian, arroja que el 67% de las compañías tiene previsto invertir en digitalización de sus principales servicios para acelerar los procesos de admisión de clientes. Digitalizar los procesos y conducir la gestión de la empresa a bordo de un software de gestión empresarial acumula multitud de ventajas de las que cada vez más empresas se quieren beneficiar.
Este tipo de software tiene como objetivo recoger los datos de la actividad de la empresa para después tratarlos e interpretarlos. Con ello se pueden detectar oportunidades y amenazas, información que ayudará en gran medida a la toma de decisiones. Con este activo digital se controla el desarrollo de la empresa en tiempo real, se mejora la eficiencia en términos de tiempo y se facilita la actividad de los departamentos, con la ventaja de poder consultar los datos de forma remota sin ningún tipo de limitación.
En el amplio listado de beneficios de incorporar un software de gestión empresarial también aparecen puntos clave en cualquier negocio como una planificación de proyectos más ágil, una administración de recursos efectiva, comunicación externa e interna más fluidas, la optimización de tiempos de trabajo o reducir los errores en el apartado de la logística, entre otros.
Para una empresa no hay nada más alentador que mirar al futuro con optimismo. Digitalizar la gestión de los procesos conduce a ese escenario y abre un extenso listado de oportunidades de crecimiento. El inmovilismo no tiene cabida en la gestión empresarial hoy en día y el progreso requiere de cambios que están ahí y solo hay que cogerlos.
