Vicki Vera - 8 de julio de 2022
En Sevilla aún quedan muchos tejados y edificios en los que está presente el amianto, lo cual es un peligro porque desde hace años se sabe que es un material que provoca cáncer cuando se rompe o se degrada.
Por suerte, en esta ciudad hay empresas que están especializadas en retirar el amianto, como son Retiradadeamianto.es o Ast Amianto, las cuales lo pueden quitar con seguridad y de manera legal.
Es posible que con este nombre no nos suene el material, pero enseguida lo visualizamos si decimos que es uno de los compuestos de la uralita, ese cerramiento para tejados que se ha usado en Sevilla durante decenios y que suele ser de color gris.
La uralita era un material muy barato, de manera que se empleaba para los tejados de cocheras, patios, e incluso a veces en la primera vivienda si el presupuesto no era demasiado elevado.
El amianto o asbesto, como también se le conoce, ya está prohibido y en nuestro país se comenzó a dejar de utilizar de manera definitiva en 2001. El amianto azul se prohibió en 1984 y el marrón en 1993.
De todas formas, hay edificios que usaron las placas de uralita mucho antes de la prohibición y que siguen ahí, lo que supone un riesgo.
Las placas de uralita no son peligrosas si no se manipulan, pero sí cuando se permanece en contacto con ellas y el material está muy envejecido o deteriorado, que es lo que ocurre con la que hay en Sevilla, dado los años que hace que se prohibió su uso.
Muchos más riesgos tienen las personas que la cortan, rompen o taladran, como ocurre en los derribos, cuando el asbesto se puede quedar pegado a la ropa, pasar al aire y ser respirado por los obreros, vecinos, etc.
Una exposición prolongada provoca problemas pulmonares muy serios, que pueden derivar incluso en la muerte, como ya ha ocurrido con personas que han estado trabajando con el amianto.
Dado lo peligroso del material, a la hora de retirarlo la ley es muy clara y hay que contar con empresas autorizadas, cuyos trabajadores son especialistas en esto y van protegidos de la cabeza a los pies, con monos y máscaras con filtros.
A la hora de realizar el traslado, este se debe hacer en un vehículo cerrado y autorizado, y los restos se llevan a un vertedero de residuos peligrosos, puesto que el asbesto sigue ahí una vez que las plazas se retiran.
Nunca se debe quitar de otra forma, pues además del riesgo para la salud están las multas si las autoridades nos ven o algún vecino avisa, unas sanciones que son enormes como no podía ser menos al tratarse de un material cancerígeno.
Si miramos a los tejados sevillanos aún veremos mucha uralita antigua, con amianto, el cual hay que retirar cuanto antes llamando a una empresa especializada, puesto que es un riesgo para la salud de todos aquellos que están cerca.