19 de abril de 2024
Síguenos: Facebook Twitter
Artículo

El Betis firma un empate in extremis en su tercer test de pretemporada frente al Olympique de Marsella

El Betis firma un empate in extremis en su tercer test de pretemporada frente al Olympique de Marsella

Redacción - 1 de agosto de 2022

Otro empate en periodo estival que deja entrever la mala relación que el Real Betis mantiene con la victoria. Tras un inicio de pretemporada sin goles ante el Godrig austriaco y perder unos días más tarde frente el PSV Eindhoven por 2-1, los de Heliópolis han vuelto a firmar un resultado, esta vez en Inglaterra contra el Olympique de Marsella, que no satisface las expectativas que el aficionado tiene puestas en el equipo: empate a uno. Los tantos llegaron en los minutos finales, fase en la que además hubo tiempo para una tangana protagonizada por Joaquín y Guendouzi. Esta tercera prueba disputada en Chesterfield deja sentimientos encontrados: poca definición y buen papel de Luiz Felipe en su debut como jugador verdiblanco.

Los primeros compases estuvieron dominados por la prudencia. Ambos equipos decidieron plantarse en el césped con predisposición de juego comedido, a la espera de que el rival moviera ficha. Duró poco esta trama; la iniciativa la tomaron los de Pellegrini en las circulaciones iniciales, a base de controlar la pelota en la medular y buscando siempre la transición rápida con la línea de ataque. Hubo posesión, sí, pero ajustada a la tónica de escasez de goles que viene padeciendo el equipo. 

Con la iniciativa en la cabeza y las ocasiones de cara, el Betis tuvo la primera de peligro a los cinco minutos. Una defectuosa salida de balón del conjunto francés dejaba a William José mano a mano frente a Rubén Blanco, que supo meter el cuerpo con mucho acierto para despejar el disparo a bocajarro del delantero. La respuesta rival pasó por recurrir al contragolpe antes que a la elaboración, y fue precisamente uno de estos empeños el que provocó que Jonathan Clauss estuviera a punto de servir un pase de la muerte a Luis Suárez; estuvo muy fino Luiz Felipe en el corte, confirmando la inteligencia posicional que lo caracteriza.

La siguiente fue obra de Canales en la zona donde mejor se mueve, en la de tres cuartos. El santanderino logró revolverse en la frontal y sacar un lanzamiento que fue cogiendo vuelo poco a poco hasta dirigirse a la mismísima escuadra; otra intervención del portero español, esta vez a dos manos, volvía a frustrar la intentona verdiblanca.

El jugador cántabro sigue sin entrar en la convocatoria del seleccionador nacional. Partidos como este ayudan poco a que Luis Enrique tenga confianza en Canales, a lo que hay que sumar que el combinado español se encuentra en un cambio generacional que le ha permitido jugar las semifinales de la Eurocopa y plantarse en la final de la Nations League. Aunque sigue flojeando de cara al gol y a veces titubea en la contención defensiva, este grupo de jóvenes se presenta como un serio candidato para llegar lejos en la cita mundialista. De hecho, las opciones que tiene España de proclamarse campeona ya se dejan ver en las apuestas mundial Catar 2022, donde las cuotas iniciales le dan entre un diez y un once por ciento de probabilidades.

También tuvo las suyas el Olympique de Marsella en esta primera mitad, sobre todo a balón parado, aunque con igual fortuna a la hora de la definición. En concreto, dos remates de cabeza, uno de Gigot y otro de Touré, que no llegaron a ver portería pero que sirvieron para crear incertidumbre en la zaga bética. Este fue el panorama rácano, futbolísticamente hablando, que se vivió en la primera mitad y que condujo al descanso con cero a cero en el marcador. La presión alta exigida por el técnico chileno no terminaba de conectar con el ataque, no terminaba de dar sus frutos.

La vuelta de los vestuarios trajo consigo un pequeño acelerón verdiblanco que mantuvo sometidos por momentos a los de Igor Tudor, cuya estrategia para golpear en segunda instancia fue siempre la verticalidad, cambiar los carriles y buscar la espalda de los centrales. No defraudó tampoco el Betis en este plano. Un contra iniciada por el guardameta Dani Martín, que entró en sustitución de Rui Silva, encontró la prolongación de Luiz Henrique hasta dejar solo a Canales frente a Pau López. El cántabro, con todo a favor, se recreó tanto en el ajuste del disparo que acabó mandando la pelota por encima de la portería.

El exportero bético volvió a ser protagonista unos minutos más tarde, y es que se vio forzado a salir casi hasta el círculo central para despejar un balón dividido que dejaba a Juanmi solo y con la opción de hacer el primero con facilidad. Estuvo rápido el meta del conjunto galo. Si bien es cierto que el Betis empezó a tener más el esférico, todo se desvaneció con el vendaval de sustituciones que realizaron ambos equipos. La entrada de Gerson en la sala de máquinas trajo un soplo de aire fresco en el dibujo de Tudor. No en vano, el centrocampista brasileño se sacó en el minuto sesenta y cinco un disparo cruzado a ras de suelo que obligó a Dani Martín a meter una mano salvadora para desviar el tiro. 

Los cambios impulsaron al Olympique, que estaba siendo capaz de generar una mayor sensación de inestabilidad en la defensa heliopolitana. Bakambú y Milik aportaron el movimiento arriba que en situaciones como esta facilitan la apertura del marcador. El exdelantero del Villareal gozó en el ochenta y uno de la más clara del partido hasta ese momento: un centro medido de Gerson le permitió cabecear a un palmo de la línea de meta, aunque la pelota acabó saliendo fuera por muy poco. Sólo hubo que esperar seis minutos para que Milik adelantara a los suyos tras rematar en el segundo palo, casi sin querer, un centro defectuoso de su compañero Pol Lirola. 

Cuando todo parecía perdido, a escasos instantes del pitido final, apareció el plus competitivo que los de Heliópolis siempre guardan para cuando toca reaccionar. En esta ocasión, una vez más, fue Joaquín el encargado de recibir un pase filtrado dentro del área, progresar hasta el fondo y colgar una pelota al palo largo que remató Rodri de cabeza para sellar el empate definitivo. Tuvo lugar entonces una tangana entre el capitán bético y Guendouzi que arrastró al resto de jugadores y que tuvo que disolver el colegiado para que todo volviera a la normalidad.