
3 de agosto de 2022
La educación es uno de los cimientos básicos sobre los que se construye el desarrollo social al que estamos sujetos; garantizando que las próximas generaciones estén preparadas para hacer frente a su futuro. En este sentido, cabe hacer una diferenciación en lo que concierne a la formación académica, como es el caso de aprender idiomas, de la que está más ligada al progreso emocional. Mientras que la primera hace referencia a las aptitudes que los jóvenes van recogiendo para lanzarse al mundo laboral, la segunda les permitirá mejorar como individuos y sacar a flote habilidades con las que crecer también en lo personal.
Saber idiomas es una de las facultades que mayor competitividad genera dentro del mercado laboral. Vivimos en un mundo altamente marcado por la globalización y cada vez son más las personas que se interesan en apuntarse a un buen curso de español para extranjeros. A fin de cuentas, el castellano es el segundo idioma más hablado en todo el mundo, después del chino, siendo el primero en occidente. Por consiguiente, aquellos que buscan mejorar su currículum vitae, suelen poner esta lengua por encima de las demás.
Gracias a las academias más innovadoras, ahora quienes desean dar este salto de rigor a su carrera profesional, provenientes de otros países, lo tienen más fácil que nunca. A lo largo de los últimos años se han desarrollado metodologías de enseñanza de lo más efectivas, tal y como es el método MASIC. Este tipo de educación se basa en las siglas de la palabra, siendo estas la motivación, la autonomía, el seguimiento, la interacción y la creatividad. Es decir, las lecciones no solo son teóricas, sino también prácticas yendo mucho más allá de las clases tradicionales.
Asimismo, cabe comentar que muchos de estos centros cuentan con docentes del más alto nivel. Una serie de preparadores que, de manera cercana con sus alumnos, enseñan todo lo que se debe saber sobre la lengua en cuestión. Por consiguiente, cualquier aspirante a convertirse en un experto del castellano puede seguir las clases de una profesora de español a su propio ritmo, haciendo que aprender no sea una odisea; sino una experiencia de lo más satisfactoria.
Más allá de lo positivo que resulta tener un currículum con certificados de idiomas, es necesario comentar que saber español otorga todo tipo de libertades al individuo. Aumentar el círculo social, pudiendo mantener conversaciones fluidas con terceros, disfrutar del cine y la literatura o entender todo tipo de textos son algunas de las ventajas más evidentes. Sin duda un antes y un después para el alumno, quien se desarrollará en plenitud para vivir en un mundo tan internacionalizado como el actual.
Dejando de lado aquellos estudios destinados al desarrollo académico, es igual de importante que nos formemos en materia emocional. Los valores que nos definen como persona son la clave de nuestras habilidades sociales y, en este punto, las relaciones intergeneracionales se presentan como un elemento de especial relevancia. Más todavía si nos centramos en la enseñanza a los más jóvenes.
Las relaciones intergeneracionales hacen referencia a las interacciones que se dan entre personas de diferentes generaciones, como pueden ser los ancianos y los niños. Potenciar esta capacidad en nuestros hijos resulta de especial importancia, haciendo que se conviertan en personas caracterizadas por la empatía, la responsabilidad emocional e incluso la autoestima. De igual manera, las relaciones intergeneracionales ayudan a cambiar la perspectiva hacia las personas mayores, a ampliar las relaciones sociales y a aumentar su base de conocimientos.
Por otro lado, no podemos dejar de lado el hecho de que estamos ante una buena forma de velar por el bienestar mental de los ancianos. La tercera edad es una etapa especialmente delicada y, si bien es cierto que nuestros hijos son los que más se benefician en lo formativo, los padres y los abuelos disfrutarán en mayor medida de la última fase de su vida.