16 de agosto de 2022
Ser padres es el sueño de muchas parejas. Sin embargo, en ocasiones el proceso natural de fecundación puede no dar los resultados esperados. Es por ello que las personas tienden a recurrir a tratamientos especializados para lograr tener un bebé.
Actualmente, la tecnología ofrece diferentes alternativas que pueden ajustarse a la condición de cada pareja. Una de las más conocidas es la fecundación in vitro, tanto con óvulos propios como con óvulos de donante. Aunque suelen confundirse, estas opciones tienen características que las diferencian. En este sentido, los especialistas de Vida Fertility explican cuándo se aconsejan cada uno de estos tratamientos.
La fertilización in vitro (FIV) es caracterizada como uno de los métodos de reproducción asistida más utilizados en las clínicas especializadas en fertilidad. Este proceso se caracteriza por fecundar el óvulo con el espermatozoide, utilizando una placa de cultivo en el laboratorio.
De acuerdo con los expertos de Vida Fertility, existen diferentes tipos de FIV, entre las cuales destaca la que se realiza con óvulo propio y semen de la pareja o de donante y la ovodonación, cuyo procedimiento se lleva a cabo con óvulo de donante anónima y semen de la pareja o semen de una donante. Esta última es considerada una alternativa eficaz cuando los pacientes no pueden tener hijos con sus propios gametos.
En la ovodonación, el óvulo que dará lugar al embrión proviene de una donante. Después de la fecundación con el semen de la pareja o de una donante, según sea el caso, el embrión es transferido al útero de la paciente, permitiéndole llevar a cabo la gestación y el parto de su bebé.
De acuerdo con los expertos, son múltiples los factores que pueden limitar la fertilidad de una mujer. Es por ello que la fecundación in vitro con óvulos propios o con óvulos de donante resulta una de las alternativas de reproducción asistida para lograr que una paciente pueda cumplir su sueño de ser madre.
En general, la fecundación in vitro está recomendada para mujeres o parejas que han tenido varios intentos sin éxito de inseminación artificial o abortos consecutivos. Cuando la mujer sufre de endometriosis o el hombre de infertilidad, también es una técnica sugerida. Por otra parte, cuando existe baja reserva ovárica o se es madre soltera por elección, la FIV con óvulos propios u ovodonación puede ser la alternativa.
En cualquiera de los casos, recurrir a expertos como los de Vida Fertility resulta lo más recomendable para llevar a cabo un proceso de fecundación con las mayores probabilidades de éxito.