
11 de octubre de 2022
En Madrid no habrá playa, pero ganas de disfrutar de platos de inspiración costera como arroces o fideuás no faltan. En La Pescadería & Club Fishermans, el restaurante que el Grupo Lamucca ha abierto en el barrio de Salamanca, se pueden degustar los más auténticos y exquisitos arroces, fideuás y paellas en Madrid de inspiración mediterránea.
La Pescadería & Club Fishermans abría su primer restaurante en Madrid en 2013, ocupando el local de una antigua y desvencijada pescadería de la calle Ballesta, en el castizo Malasaña. Una pescadería ‘sin pescado concebida’, que apostó por reinterpretar los platos más tradicionales de la gastronomía española con un guiño a la frescura y el buen humor: ensaladilla rosa, langostinos salteados y unas bravas “bravísimas” que se convirtieron pronto en un referente malasañero. En 2021, se abría su segundo local en el Barrio de Salamanca.
La Pescadería & Club Fishermans de Hermosilla es un “dos en uno” cosmopolita y elegante, con una terracita muy coqueta en la puerta que invita a asomar la nariz al interior y descubrir un espacio lleno de recovecos para dejarse ver o no, porque hay dos salas privadas, aisladas del resto, perfectas para celebraciones íntimas de hasta 16 personas: la sala de cine y la de cristal. Una propuesta de calidad en la que se mezcla lo trendy con lo exclusivo y lo tradicional con lo chic.
La filosofía de La Pescadería & Club Fishermans se ve reflejada en cada uno de sus platos, alta calidad a un precio ajustado y el aliño de cariño y pasión típico del grupo Lamucca. En resumen, un compromiso por ofrecer la mejor materia prima y apostar por lo auténtico. Como apunta Ofelia Marín, fundadora de la marca y directora de cocinas el grupo, “hemos apostado por una carta fresca y original y continuar con la tradición de pinchos, tapas y cocina de mercado del primer local; sabores únicos con recetas tradicionales de la cocina mediterránea”. Merece la pena entretenerse en esta carta, porque La Pescadería & Club Fishermans no es lo que parece: su oferta gastronómica va mucho más allá del pescado.
El rapito, milhojas de ventresca, berberechos, rabas del Cantábrico con mayonesa de lima, ceviche de corvina y pulpo a la parrilla comparten escena con los huevos de corral, pisto machego, ensaladas como la ‘verdísima’ o platos tan tradicionales como los callos, mollejas, taco de rabo de toro. Para los de gustos exóticos: tupinambo con salsa de tahine verde, ramen de cocido o coliflor con salsa tzatziki. Y para los que comen con las manos, hamburguesa de carne de vaca madurada 40 días con queso San Simón ahumado, cecina, pepinillo encurtido y mayonesa de lima.
Imprescindible no perderse las patatas bravas (bravísimas, en el sentido más amplio del término), las tapas de ensaladilla y tortilla de patata o, para comidas más formales (los reservados son perfectos para reuniones de negocios), las carnes y pescados de excelente calidad, verduras frescas de temporada y postres caseros, todo cocinado con mucho cariño.
Una mimada selección de lo mejor del campo y el mar en un espacio que invita a quedarse y disfrutar de una larga sobremesa de cócteles o copas. Aire fresco para un barrio, el de Salamanca, que está en proceso de renovación.