Miguel Ángel Olimpo - 10 de octubre de 2023
El agua alcalina poco a poco ha ido desplazando al agua potable común como la opción principal de bebida en muchos hogares. Esto es debido a los grandes beneficios para la salud que ofrece gracias a sus propiedades químicas.
Si bien el agua potable aún sigue siendo muy consumida a nivel mundial, el agua alcalina ha estado ganando mucha popularidad en los últimos años como una excelente alternativa.
Y es que el agua alcalina posee propiedades químicas que la hacen muy beneficiosa para la salud comparada con el agua potable común.
Además, la distribución de esta bebida también ha jugado un papel importante en la fama que ha conseguido, pues, aunque lo normal es ver este tipo de agua en forma embotellada en los supermercados o tiendas de alimentos, en los últimos años también se han visto alternativas que permiten instalar sistemas de filtros de agua alcalina directamente en el hogar.
Así pues, se ha facilitado mucho la obtención del agua alcalina, lo que permite que una mayor cantidad de personas puedan disfrutar de sus beneficios.
Aunque tanto el agua potable como el agua alcalina son seguras para el consumo humano, esta última tiene beneficios de los que el agua potable carece. Esto radica principalmente en el hecho de que, mientras el agua potable posee un pH neutro de 7, el agua alcalina tiene un pH más elevado, lo que la hace ligeramente más básica y menos ácida.
El pH es la escala que mide la acidez de una disolución acuosa, siendo 0 el valor más ácido y 14 el más alcalino o básico. Esto significa que el agua alcalina tiene la capacidad de neutralizar el exceso de ácido en el torrente sanguíneo del cuerpo humano, lo que puede ayudar a prevenir distintos tipos de enfermedades gracias a que se desarrolla un ambiente más alcalino. Algunos estudios, incluso, sugieren que esta bebida es capaz de ralentizar la pérdida ósea.
También se ha demostrado que su consumo regular puede mejorar la hidratación del organismo y tiene efectos antioxidantes. Muchas personas también afirman sentirse mucho más energizadas y vigorizadas después de comenzar a beber agua alcalina, lo que se debe a una mejor hidratación y a la reducción de acidez.
La alcalinidad del agua se debe a la presencia de distintos minerales alcalinos que se encuentran disueltos en la misma, como el calcio, el magnesio, el bicarbonato o el potasio, sustancias que no se encuentran en el agua potable convencional.
El concepto de agua alcalina tiene sus orígenes en la medicina tradicional, pues las aguas termales con un pH alcalino se han utilizado durante siglos con fines terapéuticos.
De aquí empezó la creencia de que el agua alcalina podía tener muchos beneficios para la salud y se empezaron a investigar las propiedades medicinales que esta posee.
Sin embargo, el término de agua alcalina se comenzó a escuchar sobre todo en los países asiáticos, especialmente en Japón, alrededor del año 1950. En esa época se desarrolló el primer ionizador de agua alcalina de ese país.
Aunque al principio se comenzó a utilizar en plantas y animales, pero al ver los resultados favorables y todos los posibles beneficios que también podría proporcionar a las vidas de las personas, se comenzó su uso en humanos y su desarrollo a gran escala.
Al principio se utilizaban exclusivamente en hospitales, pues las unidades disponibles de agua alcalina no eran muy grandes. Sin embargo, con el pasar de los años, no solo se comenzó a normalizar el uso de agua alcalina en los hogares de las personas o en forma embotellada, sino que también empezó a extenderse por todo el mundo.
Primero fue en Corea y después en Estados Unidos, y a partir de ahí comenzó a popularizarse a nivel mundial. Y es que, frente a la pésima calidad de agua que se puede conseguir en el occidente, el agua alcalina se presenta como la mejor opción.
