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Entrenamiento cerebral y el sueño, con SMR Psicología

20 de marzo de 2024

Entrenamiento cerebral y el sueño, con SMR Psicología

El entrenamiento cerebral (neurofeedback) es una técnica diseñada para sacar provecho del potencial personal individual de cada individuo.

De esta forma, se mejoran las habilidades cognitivas, la capacidad de autorregulación emocional, disminuye la impulsividad de una persona, con el objetivo de incrementar su adaptación, su rendimiento y su capacidad de afrontamiento de los retos del día a día tanto en su vida profesional como personal. Esta técnica se basa en la capacidad innata que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta al aprendizaje y la experiencia.

SMR Psicología es un centro de psicología especializado en el tratamiento de trastornos relacionados con la ansiedad, la depresión, el estrés y los diferentes traumas psicológicos y/o dificultades relacionales. Su equipo de profesionales se dedica a ayudar a niños, jóvenes y adultos a recuperar el control de sus vidas y lograr la estabilidad emocional y el control conductual, de tal forma que puedan vivir en armonía con su entorno y en paz consigo mismo y los demás. Al haber cambios desde la primera sesión, se puede constatar que neurofeedback es una de las terapias más rápidas y eficaces del mercado y, aunque hay que terminar el entrenamiento para que los cambios perduren, se logra que se minimice, en tiempo récord, el impacto de las dificultades presentes que presenta cada persona, logrando así que la persona, a pesar de estar pasando por un momento complicado, no pierda aquellos aspectos de su vida que no desea cambiar (trabajo, pareja, familia...).

El entrenamiento cerebral para regular el sueño

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en el año 2023, el 40 % de la población mundial sufrió de problemas de insomnio, llegando a considerar esta patología un problema de salud pública.

En la práctica clínica diaria, se observa que tanto niños, como adolescentes o adultos no logran tener un sueño de calidad. Un porcentaje significativo de ellos afronta el día a día desde el cansancio por un sueño no reparador o la ausencia de sueño (insomnio). Incluso, algunos pacientes, que aseguran presentar dificultades para tener un sueño de calidad, señalan que esta situación se da, incluso, desde que eran bebés o en edades tempranas. Hay que pensar que es preocupante que los menores no tengan un sueño de calidad y que, en cuanto se observe que esto es así, se busquen medidas para regular los mecanismos del sueño alterados. Se sabe que las dificultades de sueño en menores puede complicar cuadros como el asma, la obesidad, problemas psicológicos como ansiedad, depresión o abuso de sustancias así como generar problemas cognitivos como la atención, el aprendizaje y la memoria (S.Moturi y K.Avis, 2010).

Además de los frecuentes y variados estresores socioeconómicos y laborales cotidianos, hemos de tener en cuenta que varios de los distintos elementos que componen la higiene del sueño, con frecuencia, no son tenidos en cuenta, como no tener televisión en la habitación, no usar dispositivos móviles dos horas antes de intentar conciliar el sueño, usar la cama únicamente para dormir... Aun así, incluso realizando una buena higiene del sueño, hay personas (niños, adolescentes y adultos) que presentan un problema crónico para tener un sueño de calidad y esto tiene una repercusión muy importante en su rendimiento diario.

Sin embargo, existen maneras de entrenar el cerebro para lograr un ciclo de sueño saludable. Con neurofeedback, los pacientes, independientemente de su edad, pueden entrenar su cerebro para mejorar la calidad de su sueño ya sea aumentando la calma corporal, estabilizando los ciclos de sueño, controlando la actividad mental (exceso de pensamientos que interfieren con el sueño)...

Una persona promedio necesita entre siete y ocho horas de sueño ininterrumpido para poder estar totalmente descansados. De lo contrario, puede disminuir su rendimiento cognitivo, aumentar la somnolencia diurna, incrementar los niveles de ansiedad e irritabilidad, causar baja autoestima y tono emocional, generar fatiga y atenuar el apetito sexual, la libido, la creatividad y la productividad.

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