07 de mayo de 2024
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El biogás, un elemento crucial para abordar desafíos medioambientales

El biogás, un elemento crucial para abordar desafíos medioambientales

Miguel Ángel Olimpo - 8 de abril de 2024

Esta fuente de energía renovable ofrece todo lo necesario para hacer frente al cambio climático, ya que su origen son los residuos, por lo que también se reduce la emisión de gases de efecto invernadero; y además sirve como una gran ayuda para la movilidad sostenible

El cambio climático es el principal problema ambiental al que se enfrenta la sociedad en la actualidad. Naciones Unidas con la Agenda 2030 ha marcado una ruta para países, administraciones y ciudadanía con objetivos y metas a cumplir en todos los ámbitos y sectores. El mercado y la economía se han transformado y ya los esfuerzos están puestos en hacer cambios sostenibles y en buscar a través de la innovación soluciones verdes, que se alejen de la contaminación y que protejan al medio ambiente. 

La transición energética es uno de los cambios que se están llevando a cabo en todos los rincones del mundo. La sustitución de las fuentes de energía no renovables como puede ser el petróleo, el carbón o el gas natural por otras fuentes de energía que sí que se renuevan es el proceso en el que está inmersa la sociedad. La energía solar, la eólica, la hidroeléctrica o la mareomotriz son algunos ejemplos de fuentes de energía renovables. Otro caso es el biogás, que también es otra fuente de energía renovable e inagotable. 

Cómo se produce el biogás

Para llegar a obtener esta fuente de energía renovable, hay que pasar por un proceso por el cual se encargan diferentes productores. Por ejemplo, una es Air & Climate de SUEZ. Esta es una empresa biogas y biometano que está formada por más de 140 profesionales en todo el mundo, y que colabora desde hace más de 25 años con los clientes y la administración pública, ayudando a mejorar la calidad del aire y aportando soluciones innovadoras contra el cambio climático. Además, trabaja para la limpieza y el enriquecimiento del biogás para su posterior valorización, es decir, para la generación de energía eléctrica, la generación de calor, inyección a la red, o el uso vehicular en forma de biometano, entre otras cuestiones. 

Hasta el resultado final, hay todo un proceso. Lo bueno del biogás es que se produce a través de los residuos que la sociedad genera. De este modo, es poco contaminante y reduce la emisión de gases de efecto invernadero. Además, se consigue sacar de los residuos un aprovechamiento bueno para el planeta. Así, el biogas en España y en cualquier parte del mundo sale de los residuos urbanos que una persona tira a la basura, del papel, del cartón...; de los residuos agrícolas, o incluso de las aguas residuales. Una vez se tiene toda esa materia orgánica, se descompone, se trata y se enriquece.

Movilidad sostenible

El sector del transporte es uno de los que más gases de efecto invernadero emite. Ante esta situación, se recomienda siempre que se pueda usar transporte público, ir en bicicleta o andando al destino. Además, hay herramientas normativas, como la ley de movilidad sostenible, que buscan el fomento de este tipo de cuestiones con las que también se conciencia a la ciudadanía de la problemática a la que nos enfrentamos. Asimismo el biogás sirve para propulsar vehículos por lo que también se reduce la contaminación en este aspecto. 

Para conseguir esta movilidad limpia, sostenible y saludable, todos los municipios españoles trabajan en diferentes normativas y herramientas que se están implantando poco a poco. Una de ellas es la zona bajas emisiones para ciudades, que se trata de zonas urbanas que han pasado a ser restringidas para ciertos tipos de vehículos más contaminantes. 

Por ejemplo, desde SUEZ quieren trabajar en el desarrollo, validación e implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), a través de ofrecer soluciones para reducir las emisiones y mejorar el flujo de tráfico en los municipios. En este contexto, su labor pasa por ayudar a los ayuntamientos en señalar aquellas áreas más propensas a poner una ZBE debido a la mala calidad del aire. 

En definitiva, para obtener un resultado óptimo en este aspecto, es importante rodearse de profesionales con experiencia que sean capaces de adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada territorio. De esta forma, la Zona de Bajas Emisiones será la idónea para abordar este problema ambiental.