24 de septiembre de 2024
En la segunda mitad del año, la organización de cursos bonificados en las empresas toma el protagonismo de los proyectos del departamento de recursos humanos en las empresas. En este sentido, el sistema de formación bonificada ofrece a las organizaciones la posibilidad de mejorar las competencias de su personal a través de programas formativos de alta calidad, financiados en su totalidad o parcialmente gracias a las cotizaciones de la Seguridad Social.
Este modelo de formación, gestionado a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), permite a las organizaciones utilizar los fondos disponibles para asegurar que sus empleados reciban formación continua en áreas clave. Así lo explican desde AdelantTa, consultora de recursos humanos especializada en formación, selección y externalización de este departamento para empresas. “La formación bonificada no solo reduce costes, sino que transforma la inversión en formación en un motor de competitividad y crecimiento para las empresas", comenta Juan Carlos Sánchez, director general de la firma.
Dependiendo del tamaño de la empresa, los créditos formativos varían, aunque todas las organizaciones que cotizan disponen de un mínimo de 420 euros al año para garantizar el acceso a programas formativos. Vanesa Velasco, directora de operaciones de AdelantTa, explica: "Nuestra labor consiste en acompañar a las empresas en todo el proceso, asegurando que cada crédito formativo sea aprovechado al máximo y que la formación esté alineada con los objetivos estratégicos de la organización".
AdelantTa ofrece un extenso catálogo de cursos bonificados diseñados específicamente para cubrir las necesidades más apremiantes del entorno empresarial actual. Su catálogo cubre más de 6.000 cursos y programas formativos en áreas fundamentales como las habilidades blandas, donde se fomenta el liderazgo y la comunicación efectiva dentro de los equipos. Por otra parte, trabajan otras áreas críticas, como la ofimática, gestión de proyectos o idiomas, esenciales para operar en un entorno globalizado, y programas específicos para recursos humanos que abarcan desde la gestión del talento hasta el cumplimiento normativo. Otras áreas formativas que AdelantTa pone a disposición de sus clientes incluyen inteligencia artificial, ciberseguridad y análisis de datos, habilidades cada vez más relevantes en la transformación digital de las organizaciones.
Además de los beneficios directos para los empleados, la formación bonificada facilita a las empresas mantenerse actualizadas y competitivas en un mercado en constante evolución. Un aspecto crucial que Velasco subraya es la personalización de las formaciones: "Diseñamos cada programa formativo atendiendo a las particularidades de cada cliente y cada colectivo de participantes, asegurando que los cursos no solo cumplen con los requisitos de bonificación, sino que también responden a las necesidades concretas de la organización".
El proceso de acceso a la formación bonificada puede resultar complejo, especialmente en lo que se refiere a la gestión administrativa ante FUNDAE. AdelantTa se especializa en ofrecer una gestión integral, encargándose de todo el proceso de principio a fin, lo que incluye la inscripción, tramitación y justificación económica del crédito. La gestión del crédito formativo requiere de la firma digital de la empresa para garantizar un proceso transparente y ágil, y todas las comunicaciones se realizan de manera online, facilitando la operativa para las organizaciones.
AdelantTa también ofrece la posibilidad de gestionar el crédito en agrupaciones de empresas, un proceso conocido como gestión externalizada. Este mecanismo permite que varias empresas del mismo grupo compartan los recursos formativos, optimizando tanto el coste como el alcance de las acciones formativas. De este modo, las empresas pueden beneficiarse de un enfoque formativo más amplio y adaptado a sus necesidades.
Aprovechar el crédito de formación bonificada no solo permite acceder a formación de calidad a bajo coste, sino que también tiene implicaciones estratégicas para el desarrollo del talento dentro de la organización. Los empleados que participan en estos programas de formación experimentan un aumento en su motivación y satisfacción, lo que se traduce en un mayor compromiso con la empresa. Además, contar con personal mejor formado tiene un impacto directo en la eficiencia y productividad de la empresa, mejorando su competitividad en el mercado.
Sánchez destaca que, desde la firma, “se trabaja para que la formación no sea vista como un gasto, sino como una inversión inteligente que impulsa el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa a largo plazo". Con un enfoque claro hacia la formación continua, las empresas no solo aseguran el crecimiento de su personal, sino que también fortalecen su posición competitiva en el mercado.
En ese sentido, las empresas pueden aprovechar al máximo los cursos bonificados, asegurando que cada euro invertido en formación se traduzca en resultados tangibles para la organización. ”La formación bonificada no es simplemente una opción, es una necesidad para las empresas que desean seguir creciendo y adaptándose a las demandas del entorno empresarial actual”, concluye Velasco.