20 de noviembre de 2024
En España, para el año 2022, existían alrededor de 1.266.000 piscinas, lo que suponía un promedio de 37 por cada habitante. Dicha cifra permite entender la predominancia de las piscinas en el país y también, intuir la cantidad de reparaciones que pueden ser necesarias para su mantenimiento. Sin embargo, las personas suelen retrasar estos cambios debido al gasto y las demoliciones que implican.
Como alternativa, es posible optar por una rehabilitación de piscinas sin obra, esto hace referencia a las reparaciones que no implican grandes trabajos de construcción. En este sentido, los propietarios que deseen alargar la vida útil de sus piscinas de manera sencilla deben acudir a técnicos expertos como los de la empresa Telefuga. Con sus avanzados métodos, son capaces de restaurar y solucionar daños en piscinas, tuberías y desagües.
Las rehabilitaciones sin obras comprenden trabajos externos y efectivos que mejoran la condición de la piscina, además de eliminar riesgos y deterioros en la estructura o componentes.
En la actualidad, hay soluciones prácticas para atender las averías de las tuberías de piscinas. Una de ellas es el liner para piscinas, un método eficiente y duradero que consiste en rehabilitar la tubería desde el interior de la piscina, sin necesidad de hacer obras. Con la técnica de termo fusión o aire caliente, es posible sellar bien las membranas del liner de lámina armada de PVC.
Este método es integral, económico y seguro, capaz de solucionar los problemas de fugas de agua. En el procedimiento, se cambian focos, fondos, boquillas, sumideros, skimmers, entre otros elementos. Además, la piscina queda protegida de amenazas provocadas por el deterioro del paso del tiempo o el provocado por microorganismos. Incluso puede proteger de la decoloración, ya que el material repele la suciedad y evita que las bacterias se acumulen.
Para poder hacer la rehabilitación de piscinas sin obras, es necesario que los técnicos sigan un protocolo. En empresas como Telefuga, usualmente, inician con una cuidadosa inspección de las tuberías para saber qué tipo de trabajo se puede realizar. Algunos profesionales optan por introducir cámaras a través de las tuberías para verificar lo que sucede en el interior de las mismas. Después, se procede a limpiarlas utilizando herramientas rotatorias y cepillos especiales.
Otro paso importante es la aplicación de una capa de resina epoxi en el interior de tuberías. Con dos o tres capas de este material es posible reforzar la estructura, evitar las fugas y el estancamiento del agua. Cada procedimiento que se aplique debe corresponder con el lugar en donde se haga la reparación. Por esto, es importante la inspección inicial. Al finalizar, también se hace otra revisión y se comprueban los resultados para garantizar que todo esté en orden.
La elaboración de ciertos cambios sin obras podrá alargar el tiempo de uso de la piscina y cuidar la salud de quien la use, todo por un menor coste.