Digital Sevilla
25 de febrero de 2025
El denunciante, Enrique Moris, quiere que la mascota y su salud prevalezcan sobre el negocio
El empresario e influencer sevillano Enrique Moris ha denunciado por dos presuntas negligencias a una conocida clínica y hospital veterinario de Sevilla por presunta negligencia y muerte de su mascota, un caniche de año y medio.
Sevilla, febrero de 2025.- Un famoso hospital veterinario situado en Bormujos, Sevilla, ha sido denunciado por el joven empresario e influencer sevillano Enrique Moris, quien acusa al centro y a una sanitaria de su equipo de dos presuntas negligencias graves, que precedieron al fallecimiento de su mascota, un caniche marrón llamado Brownie, de tan sólo un año y medio. El centro habría incumplido, presuntamente, el “juramento hipocrático” que protege a los animales.
La Asociación Mundial de Veterinaria (WVA) desarrolló y aprobó en 2019 un “juramento veterinario” asimilable al Juramento Hipocrático médico. Seis años después, algunos establecimientos parecen no sentirse comprometidos con su ética, principios y valores.
Este sería el caso de una clínica situada en Bormujos, Sevilla, según la denuncia que ha interpuesto el empresario Enrique Moris.
LA DENUNCIA
Según Moris, en diciembre del año pasado acudió a la clínica al sospechar que su perro podía padecer pancreatitis, una enfermedad leve si se coge a tiempo y mortal si pasan los días. Pese a su insistencia y la recomendación de su veterinario habitual, Andrés Santiago, la veterinaria que lo atendió no realizó la prueba pertinente y se limitó a recetar a Brownie dieta blanda y a sugerir que lo dejase hospitalizado. El precio por día de hospitalización depende de las atenciones que necesite el animal, pero suele ser elevado.
Al ver el veterinario Andrés Santiago, esa misma noche, que no habían descartado la pancreatitis, dijo que era realmente importante hacer la prueba correspondiente, así que la familia optó por acudir a otro centro veterinario, que sí la practicó y que confirmó la enfermedad, ya en estado avanzado.
Por la gravedad de la situación, el perro fue ingresado en el hospital veterinario de Bormujos, ya que era uno de los muy pocos centros con servicio nocturno en toda la provincia sevillana. Allí, el equipo de la clínica administró al perro “un medicamento contraindicado, por lo que terminó falleciendo”, según se lee en la denuncia presentada. Brownie tenía año y medio y la esperanza de vida de su raza oscila entre los 12 y los 15 años, o incluso más.
Días después se produjo un episodio parecido con otra mascota de un familiar.
OPINIONES MUY NEGATIVAS
En la web de la clínica denunciada se pueden leer muchas opiniones negativas y quejas sobre la atención veterinaria, limpieza de las instalaciones y falta de empatía con los propietarios de las mascotas. En la propia página de la clínica en Facebook se dice textualmente: “Os aprovecháis del amor que le tienen las personas a sus animales para sacarles los cuartos. La Vergüenza no la conocéis...”
Afortunadamente, esta clínica no es representativa de la profesión veterinaria en España.
Enrique Moris ha emprendido sus acciones legales para evitar que otras mascotas y sus dueños sufran como él y como Brownie. La demanda ha sido presentada por el letrado Guillermo García González, del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
“El sistema legal en España no permite que estos casos se lleven por la vía penal, pero voy a pedir la máxima responsabilidad para que situaciones como ésta no se repitan”, añade Enrique Moris.
Por su parte, la clínica denunciada se limita a dar un correo electrónico donde recabar información. Pero se pueden confrontar las versiones de Enrique Moris y del establecimiento veterinario en la web de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), durante los días 22, 29 y 31 de enero pasado.
Enrique Moris afirma que ha presentado en su denuncia “todo tipo de pruebas, un informe pericial y un informe de nuestro veterinario de confianza”. Quiere generar conciencia sobre la importancia de una atención veterinaria responsable y profesional y que los errores veterinarios no queden impunes.
