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La dieta mediterránea; La táctica de este colegio para mejorar la concentración de los alumnos

1 de abril de 2025

De acuerdo con los expertos, durante la etapa infantil se debe dar una mayor importancia al desarrollo y la educación en hábitos saludables que a los conocimientos. Aunque estos segundos son fundamentales para su futuro, los hábitos saludables son la base para un desarrollo integral y equilibrado.

El colegio americano en Madrid, Casvi International American School, lo tiene muy claro e incluye un riguroso plan alimenticio saludable, delicioso y de elaboración propia para contribuir al desarrollo integral de sus alumnos desde adentro.

Para conseguir que los menores adquieran dichos hábitos, es esencial crear rutinas conscientes, tanto en casa como en el colegio. De esta manera, repetir diariamente determinadas actividades o rituales impulsará su desarrollo integral. Además, realizar siempre la misma tarea les transmite una sensación de seguridad y estabilidad. Los niños, al estar rodeados de incertidumbres y cambios en su entorno social y familiar, encuentran consuelo en la rutina, lo que les permite gestionar mejor las emociones y afrontar con mayor facilidad los retos del día a día.

Según explica el Repositorio Español de Ciencia y Tecnología (RECYT), la infancia es el mejor momento para inculcar este tipo de hábitos. Esto se debe a que, durante esta etapa, el menor tiende a imitar los comportamientos de su círculo adulto más cercano, especialmente el de sus padres y educadores.

De hecho, muchos expertos indican que las pautas alimenticias del niño están “condicionadas” por su familia, educadores, comedor social y medios de comunicación. Por tanto, es importante que como adultos seamos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos. Si promovemos la importancia de una alimentación y estilo de vida saludable, pero no la practicamos en nuestra vida diaria, los niños difícilmente comprenderán la importancia de seguir esos consejos.

 La organización RECYT subraya el impacto positivo que tiene que los padres animen a sus hijos a comer variado y a probar nuevos alimentos, así como seguir un horario regular siempre que sea posible. No obstante, remarca el hecho de “compartir con ellos una comida al día para intercambiar las experiencias de la jornada”. Este gesto, además de contribuir a una dieta equilibrada, fortalece los vínculos familiares.

Sin embargo, seguir una buena alimentación, realizar actividad física o dormir las nueve horas recomendadas para la etapa escolar no solo afecta a la salud física de los alumnos, sino que determina significativamente su rendimiento escolar. Esto se debe a que son elementos claves en su desarrollo cognitivo y emocional. Es decir, un niño bien alimentado, descansado y activo tiene más posibilidades de estar atento y concentrado en las explicaciones y tareas escolares, lo que se traduce un mejor rendimiento académico.

Si se centra en el caso de la alimentación, comer de manera equilibrada influye notablemente en su capacidad para concentrarse, recordar, aprender, rendir y estar de buen humor. En ese sentido, los nutricionistas recomiendan dietas ricas en vitaminas, frutas y verduras, minerales, proteínas magras y grasas saludables, las cuales, además, estabilizan los niveles de serotonina. Es decir, el neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo, lo que contribuye a una mayor disposición para aprender y a un ambiente emocional más positivo. 

En el lado contrario se encuentran las dietas pobres en nutrientes, que provocan fatiga, estrés e irritabilidad. Estos factores repercuten en su estado de ánimo, así como en su rendimiento académico.

Un ejemplo de cómo una dieta saludable puede influir positivamente en el rendimiento escolar es el enfoque adoptado por el colegio americano en Madrid Casvi International American School. Este centro educativo ha integrado un enfoque nutricional basado en la dieta mediterránea.

Los nutricionistas, junto con los chefs encargados de la cocina, diseñan menús equilibrados no solo para nutrir adecuadamente a los estudiantes, sino también para hacer de la hora de la comida una experiencia agradable y educativa. De acuerdo con los expertos del centro, esta metodología no solo mejora la salud de los niños, sino que además optimiza su rendimiento académico. En otras palabras: “Una nutrición adecuada contribuye a una mayor energía, concentración y bienestar general”.

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