
28 de abril de 2025
¿Dolor lateral de cadera que no mejora?
Si se cree que se trata de artrosis o una contractura muscular, podrías estar entre el alto porcentaje de personas que padecen trocanteritis, una dolencia muchas veces infradiagnosticada y mal tratada.
La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérea, es una inflamación de las bursas —pequeñas bolsas llenas de líquido— que se encuentran alrededor del trocánter mayor del fémur. Aunque puede afectar a cualquier persona, es especialmente común en mujeres a partir de los 40 años, corredores y personas que pasan muchas horas de pie o con sobrepeso.
El síntoma más característico es un dolor en la cara lateral de la cadera, que empeora al caminar, subir escaleras o tumbarse de lado. Muchas veces, este dolor se confunde con una patología lumbar, con artrosis de cadera o incluso con problemas musculares, lo que retrasa un diagnóstico certero.
Ante el diagnóstico de trocanteritis, el tratamiento inicial suele incluir antiinflamatorios, reposo relativo y fisioterapia. En algunos casos se aplican ondas de choque o infiltraciones. Aunque estas medidas pueden aliviar los síntomas en fases leves, cuando el problema se cronifica suelen resultar insuficientes.
El dolor persiste, la limitación funcional se mantiene y la calidad de vida se ve afectada. Es entonces cuando muchas personas comienzan a encadenar visitas médicas sin obtener una solución definitiva.
En este contexto, profesionales con alta especialización en cadera y técnicas artroscópicas juegan un papel clave. El Dr. Valero Lanau, traumatólogo y cirujano ortopédico con amplia experiencia en cirugía de cadera, es uno de los referentes en el abordaje quirúrgico de la trocanteritis en España.
Como explica el Dr. Valero, “cuando la inflamación de la bursa se vuelve crónica o se asocia a lesiones tendinosas, es fundamental realizar un diagnóstico preciso con pruebas de imagen avanzadas y considerar opciones quirúrgicas mínimamente invasivas”.
La artroscopia de cadera permite tratar directamente la causa del dolor —ya sean bursas inflamadas, calcificaciones o fricciones con tendones glúteos— con incisiones mínimas y una recuperación rápida.
Acceder a un tratamiento definitivo para la trocanteritis hoy es posible gracias al desarrollo de estas técnicas y a la experiencia de profesionales que han convertido esta patología en su especialidad.
Vivir con dolor no debería ser una opción. Si el malestar persiste a pesar de los tratamientos, si interfiere con tu descanso o limita tu actividad diaria, puede que estés ante una trocanteritis crónica que necesita un abordaje distinto. La buena noticia es que existe una solución, y cada vez más personas están recuperando su calidad de vida gracias a un diagnóstico adecuado y a técnicas quirúrgicas avanzadas.