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Las somatizaciones, el reflejo físico de las emociones no expresadas

5 de mayo de 2025

Las somatizaciones reflejan una conexión profunda entre la mente y el cuerpo. Cuando las emociones no encuentran una vía de expresión adecuada, el organismo actúa como un canal alternativo, manifestando síntomas físicos sin una causa médica evidente. Dolores musculares, fatiga persistente, problemas respiratorios, afecciones sexuales, dolencias dermatológicas, problemas neurológicos o digestivos pueden responder a conflictos emocionales no resueltos.

La evidencia científica ha demostrado que el estrés, los miedos y los problemas emocionales pueden transformarse en señales corporales, afectando la calidad de vida de las personas.

El cuerpo habla: entender las somatizaciones, más que síntomas físicos

Las somatizaciones han sido ampliamente estudiadas en el ámbito de la salud mental y la medicina. Este fenómeno no es el resultado de una enfermedad orgánica, sino una manifestación involuntaria del organismo ante cargas emocionales no gestionadas. En España, diversos estudios han señalado que hasta un 27,4% de la población experimenta algún tipo de trastorno emocional vinculado con síntomas físicos sin causa médica aparente.

El cuerpo, en su intento de compensar el malestar psicológico, puede expresar síntomas que afectan distintos sistemas: digestivo, muscular, respiratorio o neurológico. Esto se traduce en taquicardias, problemas gástricos o tensión muscular prolongada, entre otros. En muchos casos, las personas no son conscientes de la relación entre su estado emocional y los síntomas físicos, lo que puede derivar en un peregrinaje médico en busca de un diagnóstico.

El Dr. Antonio Cano Vindel, investigador principal del ensayo PsicAP, ha señalado la importancia de las intervenciones psicológicas en Atención Primaria para abordar los trastornos emocionales y somatizaciones. Sus estudios han comprobado que la terapia psicológica basada en la evidencia mejora la calidad de vida de quienes presentan síntomas físicos derivados de factores emocionales​.

Recuperar el equilibrio emocional a través de la terapia

El tratamiento psicológico ha demostrado ser una estrategia eficaz para reducir los síntomas físicos asociados a las somatizaciones y mejorar la calidad de vida. La terapia, a través de un enfoque integrador, trabaja la identificación de las emociones reprimidas, los miedos, los traumas, la mala gestión del estrés y los problemas emocionales subyacentes, promoviendo un proceso de regulación para mejorar la conexión entre mente y cuerpo.

Comprender que el organismo no actúa de manera arbitraria, sino como un reflejo de la experiencia emocional, es el primer paso hacia el bienestar.

En este contexto, Anna Gil Psicoterapia ofrece un espacio especializado para abordar estas manifestaciones a través de la terapia individual y programas específicos, donde se facilita un proceso de autoconocimiento que permite comprender la expresión del cuerpo, aliviar el malestar, recuperar el equilibrio emocional y transformar el sufrimiento en crecimiento personal.

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