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Más allá del algoritmo; el valor del criterio humano en la selección de talento

20 de mayo de 2025

La inteligencia artificial ha ganado terreno en el ámbito del recruiting. Cada vez más empresas confían en algoritmos para cribar currículums, predecir rendimiento o incluso analizar expresiones faciales durante entrevistas automatizadas. La promesa es tentadora:más eficiencia, menos sesgo, mejores decisiones. Pero en el intento de automatizar el talento, corremos el riesgo de deshumanizarlo.

Porque si bien la IA puede detectar patrones, hacer predicciones o evaluar competencias a partir de datos, hay algo que no puede (ni debe) reemplazar: la experiencia de ser visto, escuchado y comprendido como persona. El hiring no es solo una operación técnica: es un acto de encuentro, de lectura entre líneas, de comprensión mutua.

En este contexto, desde Candee, consultora de talento digital, aseguran que la tecnología es una aliada poderosa, pero que el verdadero diferencial sigue estando en el trato humano, el respeto por la experiencia del candidato y el criterio experto que ninguna máquina puede replicar por completo.

El riesgo de deshumanizar los procesos de selección

La inteligencia artificial no es enemiga del talento. Bien entrenada, puede aportar mucho valor a los procesos de selección. El problema aparece cuando se convierte en juez único: cuando se descarta una candidatura por no incluir las palabras clave correctas o se sustituye el feedback por silencio automatizado. Esa eficiencia mal entendida despersonaliza una experiencia que debería ser humana por naturaleza.

Según el estudio The Good Digital Company, elaborado por Candee, el 72% los profesionales digitales valora especialmente que los procesos de selección sean claros y transparentes. Sin embargo, todavía es frecuente encontrarse con entrevistas asépticas, pruebas impersonales o decisiones sin contexto, muchas veces provocadas por una automatización excesiva: filtros algorítmicos sin explicación, evaluaciones grabadas que nadie revisa en directo, rechazos gestionados sin intervención humana.

Cuando se elimina la conversación, el acompañamiento o la posibilidad de generar un “match emocional”, el hiring se reduce a un trámite mecánico. Y eso contradice la esencia de lo que realmente significa atraer y fidelizar talento: construir relaciones humanas, no ejecutar procesos técnicos.

De la teoría a la práctica: la solución Candee a los procesos deshumanizados

En ese contexto, la consultora de talento para marketing digital Candee apuesta por un enfoque que pone el respeto y la humanidad en el centro. Su metodología se basa en el principio Candidate First, una filosofía que entiende cada proceso de selección como una experiencia transformadora, incluso para quien no resulte seleccionado. Esto implica feedback garantizado, comunicación constante y procesos diseñados desde la empatía.

Porque el talento digital no solo busca salario y flexibilidad, sino también propósito, cultura y cuidado. Y eso, por más avanzada que sea, no lo puede automatizar ninguna IA.

Además, Candee combina sensibilidad con precisión técnica a través de los CandeeXperts: profesionales digitales en activo que diseñan y evalúan pruebas técnicas ad hoc para cada posición. No se trata de pasar un test genérico, sino de entender cómo cada candidato/a piensa, resuelve y aplica su conocimiento en situaciones reales. Esta validación técnica hecha con mimo, cariño y criterio permite detectar no solo si alguien “sabe”, sino cómo trabaja, qué estilo tiene y si encaja con el equipo y el reto.

Porque seleccionar talento no es una cuestión de acierto puntual. Es construir relaciones que sumen, crezcan y perduren. Y para eso, hace falta algo más que una máquina bien entrenada. Hace falta criterio. Y corazón.

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