
27 de mayo de 2025
El arte conceptual tiene la brevedad de un tweet y no requiere el desarrollo de técnicas particulares; es compresión de ideas en un código de comunicación hecho de objetos recontextualizados. Expresa sin representar, se imprime en la mente de manera instantánea y prescinde de elaboraciones pictóricas o escultóricas. Sin embargo, la superación de la técnica en este tipo de arte esconde una trampa: cualquiera, mezclando objetos al azar, puede afirmar que hace arte conceptual y basta la palabra de un crítico ilustre para glorificar la obra. Hoy se produce mucha basura, vendida como arte conceptual, donde la idea languidece, se esconde, desaparece o, simplemente, no está. El arte conceptual, sin idea, simplemente no es arte, o no es representación de un concepto.
El concepto, que es la base de cualquier creación de arte conceptual, debe ser perceptible en el instante en que se ve la obra. Ese instante luego trabaja en la mente del espectador y se desarrolla en forma de ideas. Que estas se desarrollen o no es secundario; lo importante es que nazcan y estimulen la reflexión, que sean una alternativa al mundo de la "memecrácia" donde un eslogan reemplaza al análisis, donde un titular de periódico vale más que un estudio sobre el tema, donde basta un tweet para representar un "pensamiento". Es en este contexto que el arte conceptual es revolucionario, porque, justamente, en lugar de frenar la idea, la representa y la estimula.
Por este motivo, del 3 al 14 de junio, en la galería Captaloona Art Madrid, el proyecto Loona Contemporary presenta una exposición multidisciplinaria cuyo tema es la idea: las ideas deben consumirse, compartirse; son patrimonio de la humanidad. Y si vemos que el "sistema" hace todo para destruirlas, hay que entenderlas por lo que son: alternativas al "sistema".
La idea es un "principio determinante interpretativo o programmático, que se traduce en una visión o se realiza en una elección práctica". Su naturaleza es efímera y, por lo general, no se repite; por eso hay que usarla.
Muchas veces se dice: "La idea es mía, no la comparto porque temo que me la roben"*. Que la roben, porque si se queda ahí, corre el riesgo de no realizarse; si la roban, es porque el que la tuvo no es capaz de realizarla. La idea que no se usa impide a las otras de salir. La idea es espontánea; cualquier forzamiento produce basura. Es mejor desperdiciar una idea que conservarla. Saquémoslas, estas ideas, total, nunca se acaban.
De estos principios nace la instalación de Claudio Fiorentini, acompañada y reforzada por creaciones musicales e instalaciones sonoras de Alejandro Carballo. En estas piezas sonoras, ensambladas como una suite de modelos compositivos, se han insertado voces que, entre las secuencias musicales, representan la apertura del tapón, la salida de la idea: instantes irrepetibles donde el asombro, la burla, el miedo, la alegría, etc., son el destello de la idea, la transición de la escucha pasiva a la activa.
Junto a la exposición, de carácter transitorio, instantáneo e impermanente, Tanya Khabrova improvisará una danza, añadiendo algo aún más efímero: el movimiento.
Arte conceptual, entonces, y un flujo de "ideas" que se presenta como un evento único e irrepetible, al que se podrá asistir el 3 de junio a las 19:00.
Posteriormente, del 16 al 28 de junio, el proyecto Loona Contemporary presenta la segunda parte: "Unravel the unconscious life", desenredar la vida del subconsciente, con el tema "garabatos", donde los artistas participantes exhibirán obras derivadas, precisamente, de un garabato.
El garabato es producto del subconsciente y no tiene matrices racionales; surge en el instante en que se produce, y capturar su esencia es un acto creativo profundo donde el artista escucha su voz interior y la cristaliza en una obra que, más allá de su valor estético, tiene la virtud de responder a un llamado interno. Estas obras se exhibirán y también se presentarán en una revista (el segundo número del proyecto), donde el propio artista escribirá sobre la esencia de este proceso. Garabatear es inútil, pero al mismo tiempo es un acto libre donde el subconsciente se imprime en un lenguaje que le pertenece.
Todo esto sucederá en la galería Captaloona Art de Madrid (Andrés Mellado 55) durante el mes de junio.