Comunicados

Por qué el 50% de los trabajadores tendrán que reentrenarse antes de 2030

17 de junio de 2025

La irrupción de la inteligencia artificial, la automatización y los nuevos modelos de negocio digitales está transformando de forma acelerada el entorno laboral global. Según el World Economic Forum, para 2030 la mitad de los empleados necesitará adquirir nuevas competencias para adaptarse a un entorno donde los conocimientos caducan más rápido que nunca.

En este nuevo contexto, el aprendizaje no puede ser genérico ni desconectado de la operativa real. Las empresas que siguen apostando por formaciones estándar o desalineadas con sus retos estratégicos están perdiendo tiempo y recursos. Solo un enfoque de formación adaptado al negocio —basado en habilidades críticas y aplicables desde el primer día— garantiza que el conocimiento se traduzca en productividad, eficiencia y ventaja competitiva.

De poco sirve conocer las últimas herramientas de IA si no se sabe cómo integrarlas de forma efectiva en los procesos del día a día. Por eso, desde Elev8 Digital Skills, escuela de formación para empresas, aseguran que la clave está en diseñar programas in-house y a medida, que no se limiten a enseñar, sino que transformen la forma en que los equipos trabajan.

El coste de no formar adecuadamente a los equipos

Ignorar la actualización de habilidades digitales no es solo una decisión conservadora, es la ruta hacia una perdida de competitividad progresiva. Según McKinsey, el 70% las empresas que no desarrollen competencias digitales avanzadas perderán relevancia o desaparecerán antes de 2030. El riesgo no está solo en quedarse sin talento, sino en seguir operando con modelos y capacidades que ya no responden al mercado.

Muchas compañías han invertido en tecnología, plataformas de IA o herramientas de automatización, pero no cuentan con equipos capaces de aplicarlas con sentido estratégico.

Sin las habilidades adecuadas, la tecnología se convierte en un gasto más. Tener acceso a soluciones punteras no garantiza impacto si nadie dentro de la organización sabe cómo traducirlas en eficiencia, productividad o crecimiento real.

Aún más preocupante es que el 70% las empresas ni siquiera mide si la formación impartida tiene aplicación práctica. Sin métricas no hay mejora, y sin aplicación no hay transformación. En este escenario, formar sin enfoque es igual de inútil que no formar en absoluto.

Qué están haciendo las empresas líderes

Mientras algunas compañías aún debaten si subirse o no al tren del cambio, otras ya lo están conduciendo. Las organizaciones más competitivas han entendido que la formación no puede ser un beneficio ni un contenido enlatado que se entrega para cumplir expediente. La nueva formación es una palanca de negocio. Y se diseña desde dentro.

Estas empresas están evolucionando hacia modelos de aprendizaje in-house, conectados directamente con sus objetivos estratégicos. No buscan formar más, sino formar mejor: capacitar a sus equipos con habilidades clave para resolver los retos reales que enfrentan cada semana. IA aplicada, automatización de procesos, análisis de datos... Todo esto ya no son temas de futuro, sino competencias críticas para mantener el rendimiento en un entorno cada vez más exigente.

Un ejemplo de este enfoque es Elev8 Digital Skills. Desde la escuela de formación para empresas, lejos de los modelos académicos tradicionales, diseñan programas 100% personalizados, centrados en el desarrollo de habilidades aplicables desde el primer día. Su enfoque se basa en metodologías prácticas, formaciones accionables y equipos docentes formados por profesionales en activo. No enseñan para acumular conocimiento, sino para generar impacto real en la operativa diaria.

Las empresas no mueren por falta de tecnología, sino por falta de adaptación

Las empresas que no están ayudando a sus equipos a trabajar con Inteligencia Artificial están perdiendo terreno. La brecha ya no es tecnológica: es estratégica. No se trata de si el cambio va a llegar, sino de si tu empresa está preparada para integrarlo y aprovecharlo antes que su competencia.

Formar sin un plan claro, sin conexión con el negocio, o sin medir impacto, es un lujo que ya no se pueden permitir ni las grandes compañías. En un entorno donde los conocimientos caducan rápido, la actualización continua deja de ser opcional y se convierte en una necesidad operativa.

Por eso, invertir hoy en el desarrollo de habilidades digitales no es un gesto de innovación, es una cuestión de supervivencia empresarial.

Más sobre Comunicados