
20 de junio de 2025
La llegada masiva de pequeños electrodomésticos procedentes de Asia, especialmente en el sector de la climatización doméstica, ha generado inquietud entre los fabricantes europeos. La creciente presencia de productos baratos e importados sin control normativo ha puesto en cuestión la seguridad de millones de consumidores en el ámbito europeo. Esta tendencia no solo afecta al usuario final, sino que también impacta en la competitividad de las marcas que operan bajo los estándares exigidos por la Unión Europea.
Bastilipo, empresa española especializada en climatización y pequeño electrodoméstico, ha detectado un incremento preocupante en la comercialización de ventiladores y otros dispositivos eléctricos que carecen de certificación adecuada y no cumplen con las normativas comunitarias de seguridad. Esta situación plantea riesgos técnicos, legales y económicos, tanto para los usuarios como para los operadores que respetan las exigencias del mercado.
Uno de los principales problemas derivados de la distribución directa desde plataformas digitales con origen asiático es la falta de garantía técnica. Muchos de estos productos se ofrecen como opciones de productos baratos, sin repuestos disponibles ni cobertura postventa en el territorio nacional. La ausencia de componentes compatibles y de un servicio técnico homologado impide cualquier reparación efectiva, fomentando el reemplazo inmediato del aparato dañado y contribuyendo así a un modelo de consumo insostenible.
En el caso concreto de los ventiladores, la falta de protección térmica, materiales inflamables o ensamblajes inadecuados puede derivar en sobrecalentamientos, fallos eléctricos o incluso incendios. Estos aparatos suelen eludir los controles que exige la legislación europea en materia de compatibilidad electromagnética, eficiencia energética o aislamiento de componentes activos. Las plataformas de venta directa permiten además el acceso sin filtros a productos que no han sido evaluados por ningún organismo autorizado.
La importación paralela de electrodomésticos a través de app chinas, sin intermediarios nacionales ni declaraciones oficiales de conformidad, configura un escenario de competencia desleal para las empresas que producen, importan o comercializan cumpliendo con la legislación vigente. En muchos casos, se trata de modelos que imitan las características de diseño de productos ya disponibles en el mercado europeo, pero sin ofrecer garantías ni trazabilidad.
Este fenómeno, además de vulnerar los derechos del consumidor, pone en entredicho los esfuerzos de las empresas que invierten en homologación, control de calidad y sostenibilidad. A pesar de las advertencias del sector, los vacíos legales y la falta de controles fronterizos suficientes permiten que esta práctica siga extendiéndose con rapidez, especialmente en periodos de alta demanda como los meses de verano.
La comercialización de productos baratos que incumplen las directrices básicas de fabricación no solo representa un problema técnico, sino una amenaza estructural para la industria europea del electrodoméstico. Bastilipo ha manifestado su preocupación ante esta situación y aboga por la necesidad de reforzar los mecanismos de control y trazabilidad. La permanencia de este tipo de prácticas compromete el desarrollo de un mercado justo y seguro, en el que el cumplimiento normativo sea una garantía y no una desventaja competitiva.