
15 de julio de 2025
Un nuevo estudio de Perzon.ai advierte sobre los riesgos de seleccionar talento sin evaluar su encaje cultural: el 67% de las empresas aún toma decisiones basadas en la intuición.
La experiencia y las habilidades técnicas ya no bastan para asegurar una buena contratación. De hecho, según el estudio “El costo invisible del talento” desarrollado por Perzon.ai, plataforma de inteligencia artificial para Recursos Humanos, el 46% de los colaboradores que renuncian durante su primer año lo hacen por no encajar con la cultura de la empresa.
La investigación —que encuestó a 518 líderes de Recursos Humanos en México, Colombia, Chile, Perú, Argentina y España— revela un patrón preocupante: la mayoría de las empresas aún prioriza la intuición sobre el análisis de datos en sus procesos de selección. Un 67% de las organizaciones admite contratar sin herramientas objetivas, y un 12% ni siquiera realiza seguimiento al desempeño tras la incorporación.
“El problema no es técnico. Muchos renuncian no porque no sepan hacer su trabajo, sino porque no logran integrarse al estilo de liderazgo, los valores o la dinámica del equipo”, explica Isaías Sharon, CEO de Perzon.ai. La llamada “incompatibilidad cultural” —o cultural misfit— genera un desajuste difícil de detectar a simple vista, pero con consecuencias muy concretas: alta rotación, bajo compromiso, conflictos internos y pérdida de productividad.
Más allá de los gastos evidentes como reemplazo y formación, una mala contratación puede desestabilizar equipos completos, reducir la motivación e incluso afectar la percepción del liderazgo. “El impacto va mucho más allá de un salario perdido. Afecta la moral, retrasa proyectos clave y provoca una rotación en cadena”, añade Sharon.
Paradójicamente, solo el 18% de las empresas encuestadas evalúa sistemáticamente el encaje cultural antes de contratar. Según el informe, esto responde a una lógica todavía muy extendida en las áreas de RR. HH.: llenar vacantes en lugar de construir equipos sostenibles.
El estudio sugiere que la solución está en profesionalizar el proceso con datos confiables, herramientas predictivas y una mirada estratégica. No se trata solo de incorporar software, sino de cambiar la forma de pensar el reclutamiento.
“La pregunta clave no es ‘¿a quién contratamos?’, sino ‘¿qué necesita este equipo para avanzar y qué perfil es coherente con nuestra cultura?’”, plantea Sharon. Para ello, desde Perzon.ai recomiendan:
-Definir los perfiles por competencias y valores.
-Integrar evaluaciones predictivas validadas desde el inicio del proceso.
-Automatizar el seguimiento y generar planes de desarrollo personalizados.
A pesar del creciente acceso a soluciones digitales, solo el 21% de las empresas encuestadas ha incorporado inteligencia artificial o evaluaciones psicométricas validadas. Las que sí lo hacen reportan beneficios como mayor precisión, ahorro de tiempo y decisiones más coherentes con su cultura organizacional.
“Los datos bien utilizados permiten decisiones más justas, más objetivas y más alineadas con los objetivos estratégicos de la organización”, concluye el CEO de Perzon.ai. Y añade: “Decidir bien no es contratar más rápido. Es construir valor a largo plazo”.