
17 de julio de 2025
La demanda de dispositivos rugerizados está en auge. Antes reservados para sectores como el militar, seguridad o construcción, estos dispositivos robustos han dado el salto hacia la logística, la agricultura y los servicios técnicos gracias a la digitalización y la necesidad de operar en campo con máxima fiabilidad. Expertos del sector proyectan que el mercado de smartphones y tablets rugerizados crecerá hasta 2032 un promedio anual del 7,32%, alcanzando los 26.400 millones de dólares, en contraste con los 14.000 millones en 2023.
Digital Biz Magazine publica este interesante artículo sobre estos dispositivos rugerizados, terminales diseñados para resistir condiciones extremas: humedad, polvo, fluctuaciones bruscas de temperatura, caídas e impactos severos. Su público va desde bomberos y policías hasta técnicos, empleados de logística y trabajadores agrícolas. Estas soluciones ofrecen una vida útil muy superior a la de los dispositivos convencionales, y son capaces de operar donde un estándar dejaría pronto de funcionar.
Uno de los fabricantes de referencia en este mercado es Samsung, que lleva más de una década innovando en este segmento. En 2011 presentó su primer smartphone rugerizado, el XCover, y en 2017 debutó con la tablet Galaxy Tab Active2. Actualmente, las joyas de la corona de la marca en este terreno son el Galaxy XCover7 Pro y la Galaxy Tab Active5 Pro.
Ambos reúnen las certificaciones más exigentes del mercado: IP68 para resistencia a agua y polvo, y MIL-STD-810H para golpes y condiciones extremas. Además, pueden ser operados con guantes, lo cual es esencial en entornos industriales o de emergencia.
Ambos modelos disponen de baterías reemplazables para maximizar la autonomía y sistemas de carga por interfaz POGO que permiten alimentar varios dispositivos a la vez. Especialmente en la Tab Active5 Pro destaca el modo dual hot-swap, que posibilita cambiar las baterías sin apagar el equipo, así como el funcionamiento directo sin batería al estar conectado a una fuente externa, útil en quioscos o vehículos.
En cuanto a conectividad, ofrecen compatibilidad con 5G, Wi-Fi 6E y segmentación de red para priorizar comunicaciones en escenarios críticos, algo fundamental en emergencias. Además, la gestión de redes duales SIM (física y electrónica) permite cambiar de red sobre la marcha.
El diseño de los dispositivos permite su uso con guantes y garantiza resistencia a la limpieza frecuente con desinfectantes, un aspecto esencial en hostelería o sanidad. Integran botones programables, funcionalidad push-to-talk, escaneo de códigos y, para la tablet, NFC frontal que la convierte en un completo sistema de punto de venta móvil (mPOS).
Además, en el diseño de estos dispositivos no se ha perdido de vista la experiencia del usuario en entornos adversos. Por ejemplo, la Tab Active5 Pro incorpora tecnologías de pantalla y audio como Vision Booster y altavoces antihowling para optimizar la visibilidad y la calidad de las comunicaciones en ambientes ruidosos y muy luminosos.
Estos terminales integran el chipset Snapdragon 7s Gen 3 de 4nm, lo que permite aprovechar funciones avanzadas de inteligencia artificial: desde búsquedas instantáneas con Circle to Search, edición de fotos inteligente, lectura en voz alta, hasta la compatibilidad con Samsung DeX para transformar el equipo en una estación de trabajo de escritorio.
El aspecto de la seguridad es central: ambos dispositivos incorporan la suite Samsung Knox y el chip Knox Vault con certificación avanzada, protegiendo la información personal y corporativa frente a amenazas y permitiendo el bloqueo remoto de dispositivos en caso de pérdida. Samsung Auto Blocker previene la instalación de apps de fuentes no autorizadas, mientras que Defeat Exploit y la monitorización en tiempo real del núcleo ayudan a detectar y bloquear ataques.
Es evidente que la actual línea de dispositivos rugerizados va mucho más allá de la robustez, conjugando capacidades tecnológicas avanzadas y un alto grado de seguridad. Se trata de una propuesta que acompaña la transformación digital de sectores clave y garantiza la continuidad operativa en los entornos más adversos del trabajo moderno.