
5 de agosto de 2025
El autor dominicano traza un viaje poético que dialoga con el desarraigo, la introspección y la fragilidad humana, con la intensidad de quien escribe desde un abismo interior.
CÍRCULO ROJO.- En un tiempo donde el ruido domina el espacio público y la prisa aplasta las emociones, el poeta Carlos Mieses Adames propone una pausa radical. Lo hace con Silencio y soledad (Editorial Círculo Rojo, abril de 2025), un libro que más que poemario es confesión, carta náutica y catarsis existencial. Desde su exilio emocional en Bélgica, el autor ofrece una obra escrita “con el alma en carne viva”, como él mismo la define.
Nacido en Santo Domingo, Mieses Adames comenzó a expresarse poéticamente en los círculos de la Zona Colonial. Hoy, desde la distancia, hilvana una escritura atravesada por la nostalgia, el desarraigo del emigrante, el peso de las pérdidas y una búsqueda espiritual incesante. En sus versos se percibe la huella de una voz que no escribe para entretener, sino para comprender —o al menos nombrar— las heridas.
“Es un libro que nace del silencio y la soledad del emigrante, en momentos donde todo parece derrumbarse y uno debe aprender a vivir con los escombros”, explica el autor.
Una poética de la introspección
Con una escritura clara pero cargada de símbolos, el poemario traza una travesía por los grandes temas del alma humana: el amor, el miedo, el exilio, el paso del tiempo, la memoria, la libertad. “No ofrece certezas”, señala el autor, “sino espacios para sentir y pensar”.
En sus páginas se cruzan reminiscencias bíblicas y filosóficas, la presencia casi mística de la madre, la ciudad como espejo fragmentado, y una voz que dialoga con la sombra, el silencio y la ausencia. No es casual que uno de los poemas clave se titule precisamente Silencio y soledad, una evocación del estado liminal donde todo resuena con más fuerza: los recuerdos, los duelos, los anhelos.
La poesía aquí no se concibe como evasión, sino como herramienta de iluminación. Ya lo advierte en el prólogo: “Aquí, la poesía no es un refugio para escapar, sino una herramienta para comprender el mundo, despojándonos de ilusiones y enfrentando la realidad desnuda”.
Un refugio para almas sensibles
Carlos Mieses Adames no escribe para el gran público, sino para aquel lector que atraviesa sus propias sombras, que busca un “respiro en medio del caos”, como él mismo apunta. El poemario no da respuestas, pero sí acompaña. Y en eso radica su belleza y su hondura.
Silencio y soledad es, finalmente, un canto al hecho de ser humano, con todas sus contradicciones, grietas y luces. Un libro que mira hacia dentro, pero que interpela al otro. Porque, como señala el propio Mieses: “la existencia se nos escapa con un parpadeo”.
SINOPSIS
Después de una década en tierras extranjeras, brota este poemario como un susurro entre la niebla y la lluvia. Silencio y soledad es el eco íntimo de pensamientos que nacieron en la quietud, donde la voz del alma murmura preguntas esenciales y la existencia se vuelve poesía.
A través de versos filosóficos, cósmicos y profundamente humanos, el autor explora el misterio del ser, la resistencia interna y la belleza escondida en lo invisible. Un viaje interior que convierte el silencio en palabra, y la soledad en compañía.
Porque hay silencios que no deben callarse.
Porque la soledad, a veces, florece.
AUTOR
Carlos Manuel Mieses Adames (junio de 1981, República Dominicana) encontró en la poesía su forma natural de expresión desde la infancia, influenciado por su madre, cuyas melodías cotidianas despertaron en él un profundo amor por las palabras.
Durante su juventud, participó en encuentros poéticos en espacios urbanos de República Dominicana, compartiendo su arte en círculos literarios alternativos. Su búsqueda lo llevó más allá de su tierra natal, encontrando en Bruselas, Bélgica, un nuevo horizonte que transformó su visión y enriqueció su obra.
Su poesía, marcada por la introspección y la naturaleza, es un reflejo de esa constante exploración del ser y su entorno.