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Esta ley podría ayudarte a cancelar todas tus deudas legales

17 de octubre de 2025

La economía doméstica y profesional es algo muy frágil, que puede quebrarse en cualquier momento y poner en problemas a una persona y a su familia. Nadie está libre de pasar por una mala racha económica y acumular deudas que no se pueden pagar.

Antes, esta situación podía condenar a quienes la sufrían a no levantar cabeza nunca más. Afortunadamente, esa situación hoy es distinta gracias a la Ley de Segunda Oportunidad.

Esta norma, aprobada originalmente en 2015 y con una importante modificación en 2022, está diseñada, esencialmente, para hacer lo que dice su nombre: dar una segunda oportunidad a personas que han acumulado deudas que no pueden devolver.

Cada año, son cientos las personas que, con ayuda de despachos especializados, se acogen a esta normativa. Así lo afirman desde Soluciona Mi Deuda, un bufete sevillano que ya ha conseguido mejorar las perspectivas de futuro de miles de personas a través de esta vía legal.

La Ley de Segunda Oportunidad (LSO): cómo funciona

En esencia, la Ley de Segunda Oportunidad permite que las personas endeudadas comiencen de cero cancelando todas sus deudas sin necesidad de que estas sean devueltas.

De esta manera, se pretende que esa persona pueda hacer borrón y cuenta nueva y comenzar, así, una nueva etapa de su vida desde cero. Esto es clave, porque estaba demostrado que un alto porcentaje de las personas que debían dinero no podían remontar su situación económica en el medio y largo plazo.

La Ley de Segunda Oportunidad se puede solicitar por parte de personas particulares o de autónomos que no han tenido suerte en su ejercicio profesional. Y aunque en última instancia se busca cancelar totalmente la deuda, también se puede usar para renegociar las condiciones de devolución con los acreedores.

Condiciones para beneficiarse de la LSO

Obviamente, para acogerse a esta opción hay que cumplir una serie de requisitos establecidos en el texto oficial de la norma:

  • Situación de insolvencia: la persona debe ser declarada insolvente o estar en una situación de obtener esta calificación de manera inminente.
  • No mostrar mala fe: el usuario que se beneficie de la ley debe mostrar que las deudas no se han acumulado por deseo explícito de acogerse a la ley.
  • No superar los 5 millones de euros de deuda: las deudas superiores no son contempladas por la norma.
  • No haberse acogido antes a la LSO: solo se puede hacer uso de la LSO una vez por década.
  • Carecer de condenas por delitos económicos: tampoco por falsedad documental en los diez años anteriores.

Si todas estas condiciones se cumplen, los abogados especializados acompañarán al usuario en el proceso de plantear un plan de exoneración de la deuda.

Para ello, en algunas ocasiones será necesario que la persona acceda a desprenderse de ciertos bienes y activosque no se consideran esenciales para su vida. En la mayoría de casos, por el contrario, basta con diseñar un pan de pagos que permita a quien se acoge a la segunda oportunidad conservar sus bienes más importantes, como la vivienda habitual.

Con este tipo de acuerdos, los acreedores aceptan que la deuda queda saldada y, a la vez, no se limitan las opciones que tiene el usuario para empezar de nuevo con una mayor tranquilidad. De esta manera, el expediente de la persona queda limpio: será eliminado o eliminada de las listas de morosos, podrá solicitar financiación bancaria o disponer de tarjetas de crédito para reiniciar su actividad.

Las personas que se encuentren en esta situación sin salida de las deudas pueden contactar con Soluciona Mi Deuda: estos profesionales del derecho harán todo lo necesario para que puedas empezar de nuevo.

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