23 de octubre de 2025
El otoño y el invierno son dos estaciones del año en las que la lluvia suele hacer acto de presencia y aunque el agua es muy necesaria, no es la invitada más bienvenida cuando tiene lugar una boda. Los novios que se casan en estos meses del año tienen el reto de planificar con anterioridad cómo actuar si se presenta un escenario de tiempo lluvioso. Son muchos los detalles y consejos a tener en cuenta y de la mano de proveedores como Hacienda Molino Blanco, los diseñadores Rafa Valverde y Valérie Moreau y la firma de joyería Carmen Marcos CCM, es posible descubrir un listado de recomendaciones que es imprescindible tener en cuenta.
"Caer en el error de dejarse llevar solo por la estética del enclave a la hora de elegir puede traernos el fallo de que si el mal tiempo se presenta, no haya soluciones. Lo más aconsejable, en enlaces de otoño, en los que puede aparecer la lluvia, es contar con espacios que ofrezcan un plan B. Es importante que la localización y los diferentes enclaves elegidos estén cubiertos o puedan cubrirse, de forma que la pareja pueda estar tranquila si la lluvia hace acto de presencia", señala Mattia Farumi De Poli, gerente de la Hacienda Molino Blanco, enclave localizado en Puente Genil (Córdoba, España).
Además, apunta, "contar con un espacio con diferentes estancias puede conseguir un resultado más cómodo y sorprendente a la hora de distribuir a los invitados, adecuado a los diferentes momentos que componen una boda". "Desde el primer momento hay que barajar todos los escenarios posibles e imaginarse la boda con mal tiempo permitirá plantear cómo se diseñarán los espacios en ese caso. Lo mejor es que la ubicación esté acondicionada, de manera que si hace frío resulte acogedora (a través de estufas o calefacción) y si las temperaturas suben permita refrescar, gracias al aire acondicionado".
En lo relativo al vestido de novia (como se ve en imágenes de Ricardo Arranz y Tati Zoom), la diseñadora Valérie Moreau recuerda: “aunque son numerosas las soluciones que existen para llevar la cola del vestido de novia sujeta, no aconsejo que sea permanente, aunque pueda recogerse. Si la prometida va a llevar cola, lo oportuno es que se la pueda quitar, no solo recogerla. ¿Por qué? Porque si se empapa, la cargará mojada toda la boda”, cuenta Valérie Moreau. Además, con respecto al calzado, la especialista en moda nupcial afirma: “un consejo que siempre se suele ofrecer a las novias que pasan por el atelier es que investiguen cómo es el suelo del espacio de celebración, para escoger sus zapatos. Que prueben cómo se sienten en cada salón o rincón exterior escogido (no es lo mismo piedra, albero, barro…). Si va a ser césped o tierra, convendría un tacón de plataforma y recurrir a diferentes soluciones que garanticen que si llueve, no se van a resbalar. Las más alternativas se decantan, en ocasiones, por botas de agua cuando se casan en el campo”.
Por su parte, el diseñador cordobés Rafa Valverde dice: “cada época tiene su encanto, pero también sus desafíos y la temporada de otoño e invierno exige tener presente la lluvia. Es habitual recordar, momentos previos al enlacenla, junto a las novias que eligen Rafa Valverde para su boda en estas fechas, que tengan siempre a mano un paraguas transparente, que resultará favorecedor en fotografías. Tenerlo puede salvar el día y, además, la pareja puede incorporarlo como un detalle decorativo o incluso un regalo para los invitados a la boda”.
Por último, en materia de accesorios, Rocío Roldán, fundadora de la firma de joyería nupcial Carmen Marcos CCM se centra en la importancia “de apostar por un peinado y maquillaje a prueba de humedad, porque estos dos ingredientes permitirán que las joyas luzcan en todo su esplendor. Desde las tiaras a los pendientes, horquillas o cubreraíces. Especialmente si la melena no se mantiene intacta, el acabado sin pulir condenará el estilismo de la novia”.