27 de noviembre de 2025
Estas fechas son las más indicadas para volver al pueblo de origen y pasar tiempo con la familia. Sin embargo, hay quienes disfrutan de una escapada navideña por cambiar de aires, conocer nuevos destinos y vivirlos en plena época de luces, villancicos y escaparates con decoración navideña. Grupo RV EDIPRESS, agencia de comunicación especializada en turismo, da las claves para elegir la mejor opción y el hotel ideal para descansar.
La capital de Euskadi es bien conocida por su hospitalidad, su casco histórico coqueto y agradable de recorrer a pie, y su oferta gastronómica. El anillo verde siempre es un reclamo para los amantes de la calma y los paseos tranquilos en un entorno natural. La mejor opción para pasar unos días aquí es elegir el único hotel de cinco estrellas de la ciudad, el Gran Hotel Lakua. Su ubicación y sus servicios son una apuesta asegurada. Probablemente, el mejor buffet de desayuno que se pueda encontrar en la capital, además de las habitaciones más silenciosas de toda la zona. Es perfecto para despedir el año sin sobresaltos.
El valle de Núria es un espectáculo visual que, ya desde la llegada en el emblemático tren cremallera garantiza una postal emocionante. Este valle, escondido en pleno Pirineo Occidental, es un santuario para los amantes de la naturaleza y los deportes de invierno. Un lugar para calzarse los esquís o la tabla de snowboard y descender por cualquiera de sus 11 pistas y sus 7,6 kilómetros esquiables. Abajo espera un hotel de cuento. El Hotel Vall de Núria es la combinación ideal de descanso, comodidad y desconexión. Un rincón acogedor en el que reponer fuerzas deleitándose con una suculenta selección de productos de kilómetro cero.
Si hay una ciudad que se ha puesto las pilas de cara las fiestas navideñas desde hace años, es sin duda Madrid. Recorrer las calles del centro cuando cae la noche es una experiencia en sí misma. Luces, escaparates, música, ambiente vibrante e infinidad de puestos navideños. Es imposible fallar si se elige la capital de España para pasar la Navidad. Como hay que elegir bien donde alojarse, una buena opción sería Novotel Madrid Center. Su ubicación estratégica, a solo unos minutos de la frondosa elegancia del Parque del Retiro y del icónico Museo del Prado, lo convierte en el campamento base perfecto para el viajero culto con inquietudes artísticas y de ocio. Además, su conectividad es un lujo silencioso: permite un acceso fácil tanto al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas como a las principales estaciones de tren, siendo el lugar ideal tanto para jornadas laborales intensivas como para el disfrute de la ciudad. Más céntricos, los Hoteles Ópera y Meninas son dos auténticos caprichos para los amantes de los hoteles boutique. El primero, frente al Palacio Real, ofrece uno de los mejores servicios de restauración y unas modernas instalaciones en una estancia inolvidable. El segundo, un edificio histórico del siglo XIX totalmente reformado y transformado en establecimiento hotelero, mantiene la estructura y elementos decorativos de la época, dándole ese aire señorial y selecto perfecto para los viajeros más sibaritas.
La capital andaluza suena a villancicos y a jolgorio en las calles. Es una de las ciudades más visitadas en Navidad y no es para menos, pues el centro se llena de belenes, árboles y decoración luminosa que invita a no perder detalle de nada, y mucha vida en las tabernas y restaurantes. Para hacer un alto en el camino, las mejores opciones son el Hotel América y el Hotel Derby de Sevilla. Dos establecimientos con una ubicación excelente, modernos y con detalles que todos los huéspedes agradecen. Lo mejor de todo es que el centro de la ciudad pilla a un paso, por lo que no hay que pensar en desplazamientos.
Cada vez más gente en España se está dando cuenta de la cantidad de rincones preciosos que visitar en el país vecino. Desde Lisboa y Oporto, pasando por localidades con encanto como Tomar o Coimbra; y el Algarve, que en invierno conserva una belleza única. En todas ellas hay un hotel de Vila Galé esperando a recibir a huéspedes que optan por hacer una visita a nuestro vecino para despedir el año de una forma diferente.