1 de diciembre de 2025
Aprender inglés representa un reto mayúsculo para los niños con dislexia, quienes no solo enfrentan dificultades lingüísticas, sino también una carga emocional que puede afectar su bienestar. La combinación de baja autoestima, bloqueos cognitivos y frustración constante convierte el idioma en una barrera, más que en una oportunidad.
Esta realidad, que presenta desafíos aún por resolver en el ámbito educativo, encuentra una respuesta esperanzadora en el proyecto impulsado por Irene Hernández Martínez. A través de Irene Dislexia Teacher, se ha diseñado una propuesta pedagógica que devuelve la confianza y transforma el aprendizaje del inglés para dislexia en un proceso posible y respetuoso.
Irene Dislexia Teacher surge con el propósito de ofrecer una alternativa personalizada al alumnado con dislexia que necesita enfoques específicos en el aprendizaje del inglés. Frente a metodologías generalistas, este proyecto plantea una intervención educativa centrada en la adaptación real a cada perfil. Su metodología online combina fundamentos de neuropsicología, innovación pedagógica inclusiva y herramientas tecnológicas desarrolladas para acompañar el proceso de cada alumno.
Desarrollado por Irene Hernández Martínez, maestra formada en España y Reino Unido, el método DEA ha sido creado para ajustarse al funcionamiento particular del cerebro disléxico. A lo largo del programa, los niños no solo aprenden inglés como segunda lengua extranjera, sino que lo hacen sin renunciar a su autoestima ni a su singularidad.
Las sesiones están diseñadas para potenciar sus capacidades, no para corregir sus limitaciones, y por ello más de un centenar de menores ya han mejorado su nivel de comprensión, expresión y confianza en el idioma.
El impacto de este enfoque va más allá del aula virtual. Irene Dislexia Teacher también ha puesto el foco en el acompañamiento de las familias, generando una red de talleres donde se abordan los aspectos emocionales y conductuales relacionados con la dislexia. Comprender cómo piensa y siente un niño con dislexia es clave para poder ofrecerle el entorno adecuado y favorecer una evolución positiva en su aprendizaje.
La propuesta no busca adaptar al niño a una metodología rígida, sino crear un entorno flexible y motivador, donde cada paso cuenta y cada avance tiene valor. De este modo, el método DEA se consolida como una alternativa eficaz en la enseñanza del inglés para dislexia, demostrando que aprender un segundo idioma con éxito es posible cuando se respetan los procesos individuales.
A través de un planteamiento pedagógico cuidadoso, emocionalmente inteligente y científicamente fundamentado, Irene Hernández ha conseguido que el aprendizaje del inglés deje de ser un obstáculo para convertirse en un camino real hacia el desarrollo académico, personal y emocional de sus alumnos.