2 de diciembre de 2025
En el entorno empresarial español, cada vez es más habitual escuchar hablar de interim managers junto a los tradicionales consultores. Ambos son profesionales externos que apoyan a las compañías en momentos clave, pero su papel, su nivel de implicación y su impacto real no tienen nada que ver. Así lo destaca Manager in Motion, firma líder en servicios de interim management en España.
Comprender esta diferencia es mucho más que una cuestión teórica: es lo que marca que una empresa obtenga un plan… o resultados. Manager in Motion, referente en perfiles ejecutivos de interim manager, explica cómo evitar este error que está frenando a muchas empresas españolas.
El interim manager es un directivo con amplia experiencia que se integra temporalmente en la empresa para liderar proyectos críticos, gestionar cambios profundos o cubrir posiciones clave desde el día uno.
No viene a recomendar.
Viene a decidir, ejecutar y entregar resultados.
Su enfoque es 100% práctico, orientado a la acción y a objetivos medibles. Durante el tiempo que dura la misión asume la responsabilidad sobre el avance del proyecto.
El consultor aporta otra perspectiva: análisis, diagnóstico y recomendaciones.
Su trabajo se centra en detectar problemas, diseñar estrategias y proponer planes.
La diferencia clave:
El consultor no ejecuta. La responsabilidad de implantar sus recomendaciones suele recaer en la empresa… o en un interim manager que se incorpora posteriormente.
Las 7 diferencias que marcan la decisión:
Naturaleza del rol
·Interim manager: directivo temporal con poder de decisión.
·Consultor: experto externo que aconseja sin dirigir la ejecución.
Nivel de integración
·Interim management: integración completa en el día a día de la empresa.
·Consultoría: mirada externa y objetiva, con menor presencia operativa.
Enfoque
·Interim manager: acción inmediata y resultados.
·Consultor: análisis profundo y planificación estratégica.
Responsabilidad
·Interim manager: responde directamente por los KPIs del proyecto.
·Consultor: responsable de la calidad del diagnóstico, no de la ejecución.
Duración
·Interim manager: entre unos meses y un año y medio según la misión.
·Consultor: proyectos más cortos, centrados en análisis.
Selección
·Interim management: la empresa elige al profesional por afinidad y experiencia.
·Consultoría: se contrata a la firma, que asigna al equipo.
Coste y eficiencia
·Interim manager: inversión con impacto rápido y directo.
·Consultor: menos coste inicial, pero más riesgo si no se ejecutan las recomendaciones.
El interim management es la opción ganadora cuando la empresa necesita reacción inmediata, liderazgo directo y ejecución real, como en:
Crisis empresariales o financieras.
Reestructuraciones, fusiones y procesos de integración.
Sustitución temporal de un directivo clave.
Proyectos estratégicos con plazos estrictos.
Aquí, el interim manager no solo propone: dirige, coordina equipos y entrega resultados tangibles.
La consultoría encaja cuando lo que se busca es visión externa y análisis estratégico, por ejemplo:
Estudios de mercado o diagnósticos.
Planes estratégicos a largo plazo.
Identificación de problemas estructurales.
Gestión externa de proyectos IT.
En estos casos, el valor está en el conocimiento y la perspectiva, no en la ejecución.
Dos modelos complementarios, no rivales.
Tal como explica Manager in Motion, consultoría e interim management no compiten: se complementan.
Un consultor puede diseñar un gran plan estratégico.
Un interim manager garantiza que ese plan se convierta en resultados.
La diferencia real está en la responsabilidad:
El consultor asesora.
El interim manager ejecuta.
El mercado actual no deja margen a la improvisación.
Las empresas que crecen rápido son las que saben cuándo necesitan:
Diagnóstico y visión externa → Consultor
Ejecución inmediata y liderazgo interno → Interim manager
Confundir ambos perfiles puede costar tiempo y dinero.
La clave está en una pregunta sencilla:
¿Se requiere un plan… o que alguien lo ejecute con responsabilidad desde el primer día?
La respuesta determina si la empresa debe apostar por consultoría o por interim management.