Comunicados

Javier de la Cuerda; tres décadas anticipando las grandes transformaciones tecnológicas de la industria

16 de diciembre de 2025

Javier de la Cuerda ha construido su trayectoria profesional sobre una idea muy clara: la tecnología solo crea valor cuando se pone al servicio del negocio y de la operación real. Ingeniero de formación, ejecutivo internacional y emprendedor por convicción, su carrera recorre más de tres décadas de evolución tecnológica, desde la automatización industrial y los data centers hasta el cloud y, hoy, la Industria 4.0.

Javier, tu recorrido arranca claramente desde la ingeniería y el entorno industrial. ¿Cómo influyó eso en tu carrera posterior?

Mi base es la de Ingeniero Electrónico y en el sector Industrial, y eso ha marcado profundamente mi forma de entender la tecnología. Al inicio de mi carrera trabajé como Ingeniero Eléctrico y de Automatización en GEA Tuchenhagen, una compañía muy vinculada a las industrias de proceso de líquidos, como la farmacéutica, la alimentación o las bebidas.

Esa etapa fue clave porque me permitió conocer de primera mano el entorno industrial real: plantas productivas, automatización, control de procesos, exigencias de calidad, seguridad y operación continua. Cuando has trabajado en ese contexto, entiendes que la tecnología no puede fallar y que todo tiene que aportar valor operativo. Esa visión me ha acompañado siempre.

A principios de los 2000 das el salto a infraestructuras digitales y telecomunicaciones, en un momento muy temprano del sector.

En el año 2000 entré en Interxion, en los inicios del mundo de los data centers en Europa. Fue una etapa muy pionera, donde todo estaba por construir. Allí comprendí la importancia de la infraestructura crítica, la conectividad, la resiliencia y la disponibilidad, conceptos que hoy son fundamentales, pero que para ese entonces se estaban recién definiendo.

Posteriormente, me incorporé a Equant, dentro del grupo France Telecom, como Principal Consultant. Trabajé en servicios de valor añadido sobre redes de voz y datos para grandes compañías multinacionales, en un momento en el que la conectividad global empezaba a convertirse en un habilitador clave del negocio. Esa combinación de data centers y telecomunicaciones me dio una visión muy completa del ecosistema tecnológico.

Llega entonces Telvent, una compañía histórica en el sector tecnológico español.

Telvent fue una etapa absolutamente determinante en mi carrera. Fue la primera empresa española en cotizar en el Nasdaq y una referencia mundial en soluciones tecnológicas para infraestructuras críticas como energía, tráfico, transporte, agua o medioambiente. A lo largo de mi trayectoria en esta empresa, ocupé distintos roles ejecutivos hasta llegar a ser CEO de Telvent Global Services.

Además, tuve la responsabilidad del negocio de Tráfico y Transporte para el resto del mundo, con foco en Europa, África y Asia. Estuve muy involucrado en proyectos de gestión en tiempo real y sistemas críticos donde la fiabilidad es esencial. Posteriormente, Telvent fue adquirida por Schneider Electric, y vivir ese proceso desde dentro fue una experiencia de enorme aprendizaje en integración industrial y tecnológica a gran escala.

Tras Telvent llega el LBO con Carlyle y la etapa de Itconic. ¿Cómo enfocas ese momento?

El proceso de Leveraged Buy-Out con Carlyle que dio lugar a Itconic fue una experiencia muy relevante. Itconic tenía un perfil muy sólido en el mundo de los data centers y la infraestructura. Itconic tuvo un recorrido espectacular y su integración posterior en Equinix fue, sin duda, una gran decisión estratégica.

En mi caso, sentía que quería ir un paso más allá, apostando por un enfoque más transformacional y orientado a un cambio profundo.

Esa visión desemboca en Enimbos y posteriormente en Accenture. ¿Qué supuso esa etapa y qué te hizo dar el siguiente paso?

En 2016 lanzamos Enimbos con una idea muy clara: crear la compañía de referencia en transformación cloud en España. En aquel momento la adopción del cloud en nuestro país era todavía muy baja y existía mucho desconocimiento, una situación muy parecida a la que hoy vemos en Industria 4.0. En muy poco tiempo conseguimos posicionarnos como referentes: Fuimos Partner del Año tanto de Microsoft Azure como de AWS, y nos convertimos en el partner que en menos tiempo alcanzó el nivel Premier de AWS a nivel mundial, en solo tres años. Todo ello fue posible gracias a un equipo excepcional y a una propuesta de valor muy clara.

La integración de Enimbos a Accenture en 2020 fue un hito muy importante. Accenture es una compañía extraordinaria, con una gran capacidad de ejecución, un rigor metodológico y un nivel de excelencia difíciles de igualar. El proceso de integración fue muy positivo y, en lo personal, el trato fue siempre impecable. Asumí el rol de Managing Director dentro de la práctica de Cloud Advisory, participando en proyectos de gran escala y ayudando a grandes organizaciones en sus procesos de transformación.

Fue una etapa de enorme aprendizaje, pero con el tiempo sentí la necesidad de poder aportar más valor. Mi rol era muy transaccional, muy orientado a la ejecución dentro de un marco muy definido, y yo buscaba un impacto más profundo, más estratégico y más transformacional. Esa reflexión, unida a la oportunidad que estaba viendo en el ámbito de la Industria 4.0, fue la que me llevó de forma muy natural a iniciar un nuevo proyecto empresarial.

Y ese proyecto es Structurit. ¿Cómo lo definirías hoy?

Structurit es una compañía especializada en transformación digital industrial. Hemos alcanzado hitos muy relevantes, como la adquisición de Datatons y de Innovation Ventures, que han reforzado nuestras capacidades en datos, inteligencia artificial e innovación.

Somos un equipo diverso y muy potente, con más mujeres que hombres en un sector tradicionalmente masculinizado, algo de lo que estamos especialmente orgullosos. Nos centramos en consultoría tecnológica, gestión del dato y creación de plataformas que puedan ser consumidas por personas, no solo por sistemas.

En ese contexto hemos lanzado dos aceleradores clave para la industria. DocuTons, orientado a la gestión inteligente de documentación técnica, y Neuraplant, enfocado en maximizar el valor de los datos industriales en planta. Ambos responden a necesidades muy reales del entorno industrial.

Además, tenéis un papel activo en el ecosistema industrial español.

El año pasado lanzamos el Informe de la Industria 4.0 en España, muy centrado en aportar una visión objetiva desde la consultoría sobre el estado real de la digitalización en el sector industrial. Este año, el Observatorio de Industria y Tecnología nos pidió que lideráramos junto con ellos el prestigioso VIII Informe Smart Industry 4.0, una responsabilidad que asumimos con enorme orgullo y compromiso.

A lo largo de tu carrera has seguido reforzando tu formación constantemente. ¿Qué papel ha jugado eso en tu evolución?

Siempre he creído firmemente en la formación continua. A lo largo de mi trayectoria he ido completando mi formación con un Máster en Dirección Comercial en ESADE, el Programa de Dirección General en IESE Business School y el Senior Executive Program en London Business School. En su momento también inicié el doctorado, como parte de esa inquietud constante por profundizar y aprender.

Más recientemente he completado formación en Inversiones Alternativas por Harvard Business School Online, incorporando una visión aún más estratégica y financiera que hoy resulta clave para cualquier proyecto empresarial.

Para terminar, ¿cómo te ves dentro de diez años?

Me veo siguiendo muy vinculado a la creación de empresas, a la tecnología y a la industria. Probablemente con un rol más enfocado en visión estratégica, inversión y acompañamiento, pero siempre conectado con la realidad operativa.

He vivido varias olas tecnológicas y todas tienen algo en común: solo triunfan cuando generan impacto real. Si dentro de diez años puedo decir que he contribuido a transformar la industria y a construir equipos y compañías con propósito, me daré por satisfecho.

Más sobre Comunicados