30 de octubre de 2024
Cinco directores de máster de la escuela de negocios EUDE Business School analizan cómo la incertidumbre política preelectoral puede impactar en las empresas, el comercio internacional, las finanzas, el marketing y la revolución digital.
Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos representan mucho más que un cambio político. Con una influencia que se extiende al comercio internacional, las finanzas globales, el marketing digital y el avance de la inteligencia artificial, este evento tiene la capacidad de transformar sectores clave de la economía mundial. Cinco directores de máster de la Escuela Europea de Dirección y Empresa (EUDE) comparten sus perspectivas sobre las posibles repercusiones en cada área.
Este periodo de incertidumbre política influye en la confianza del consumidor y la inversión empresarial. Es decir, “puede llevar a las empresas a posponer decisiones de inversión hasta que se clarifique el panorama político”, apunta Juan Díaz del Río, director del Máster en MBA de EUDE. Dicha tensión traspasa fronteras y alcanza una perspectiva global, ya que el resultado electoral puede transformar la estabilidad y el atractivo del mercado estadounidense para inversores extranjeros. Así como un entorno empresarial favorable podría atraer capital y fomentar la creación de nuevas empresas, un enfoque más regulador "podría elevar los costos de cumplimiento".
Además, nuevas regulaciones gubernamentales pueden dirigir el día a día de la empresa y la dirección de nuevas políticas. En este sentido, áreas como la sostenibilidad o la igualdad laboral (ESG y DEI), serían los sectores más susceptibles al cambio, dependiendo del liderazgo político.
Miguel Ángel Sánchez, director del máster en Comercio Internacional de EUDE, señala que “las políticas arancelarias y comerciales de EE. UU. podrían cambiar drásticamente tras las elecciones”. Si es así, afectaría significativamente a sectores como el automotriz, el tecnológico y el agrícola, entre otros. "La renegociación de acuerdos comerciales, o un posible giro hacia el proteccionismo, podría alterar el equilibrio del mercado global”.
Por otro lado, la política monetaria se verá influida por las elecciones, que afectarán el valor del dólar, modificando los precios de exportación e importación y la competitividad de productos a nivel internacional. Un dólar más fuerte o débil afecta los precios de exportación e importación, los costos de financiamiento y la competitividad de productos a nivel internacional.
“Cuando Wall Street estornuda, el resto de los mercados se resfrían”. Así describe el director del máster en Finanzas el efecto dominó que tiene la bolsa americana a nivel internacional. Rafael Damborenea apunta una previsión de que la volatilidad persista y que sectores como el S&P 500 se vean afectados según el curso de la política económica y la inflación tras las elecciones.
“Mientras Trump promueve recortes de impuestos y desregulación, Harris plantea una economía inclusiva centrada en las clases medias”, añade Damborenea. La Reserva Federal, por otro lado, en su papel de moderador económico, podría ajustar sus políticas según el contexto político que surja después de las elecciones, influenciando el valor del dólar y el costo de financiamiento para las empresas a nivel mundial.
Jacek Waszkiewicz, director del máster en Marketing y Dirección Comercial de EUDE, defiende que el marketing político de hoy en día “depende de la segmentación avanzada y la personalización, permitiendo llegar a votantes específicos con mensajes adaptados a sus intereses y perfiles demográficos”. Es decir, gracias a diferentes canales como redes sociales o buscadores, cada anuncio es muy preciso con su audiencia.
Además, la competencia por el espacio publicitario digital ha elevado los costos, con una inversión estimada de más de 10,000 millones de dólares en esta campaña. Para Waszkiewicz, esto no solo aumenta la visibilidad de los candidatos, sino que también permite gestionar la percepción pública y responder a los votantes en tiempo real, influyendo profundamente en el comportamiento electoral.
Estas elecciones de 2024 marcan un hito en el uso de Big Data e inteligencia artificial para campañas políticas, destaca Carlos Viera, director de EUDE Digital. “La hiperpersonalización, impulsada por IA y análisis de datos masivos, permite a los partidos ajustar mensajes en tiempo real, afinándolos a intereses y comportamientos específicos de los votantes,” añade. Herramientas avanzadas, como el retargeting y la predicción de tendencias, han permitido a los candidatos adaptar sus estrategias a un nivel de precisión sin precedentes.
Sin embargo, este uso intensivo de tecnologías plantea desafíos éticos. Viera subraya los riesgos que representan los deepfakes y la desinformación, que amenazan la credibilidad del proceso electoral. Según él, estas elecciones representan una prueba crucial para avanzar en la regulación de tecnologías avanzadas en el ámbito político.
En conclusión, las elecciones presidenciales de EE. UU. tienen implicaciones de gran alcance que podrían redefinir tanto el ámbito económico como el tecnológico a nivel global. Las perspectivas de los expertos de EUDE Business School destacan la importancia de este evento no solo como un cambio político, sino como un punto de inflexión en sectores clave, donde el desarrollo de nuevas estrategias y tecnologías sentará precedentes para futuros procesos electorales en todo el mundo.