20 de enero de 2025
España está dentro del top diez de países con más ciudadanos preocupados por la salud mental. Según un artículo publicado el año pasado por Ipsos, en nuestro país, una de cada tres personas ha tenido que dejar de trabajar durante un tiempo a causa del estrés. Esta situación perjudica gravemente a las empresas, que necesitan cubrir rápidamente el puesto vacante.
Una de las medidas que las compañías pueden tomar para reducir la ansiedad en los empleados, y mejorar su rendimiento, consiste en crear espacios físicos que favorezcan la relajación y fomenten la concentración. Las cabinas de oficina insonorizadas, que reducen considerablemente el ruido exterior, y una decoración de interiores que abogue por la armonía del color y los tonos quebrados son dos opciones que harán de la oficina un entorno laboral más acogedor.
A continuación, analizamos estas ideas que ayudan a cuidar la salud física y mental de la plantilla.
Una espalda feliz es un trabajador más productivo
Un artículo de National Geographic, escrito por Héctor Rodríguez (periodista especializado en ciencia y naturaleza), señala que, aproximadamente, 620 millones de personas de todo el mundo notan dolor en la zona lumbar. Esta parte de la espalda baja se ve sumamente resentida cuando se adoptan posturas inadecuadas durante un periodo prolongado; algo que se produce frecuentemente en los trabajos sedentarios, donde la persona permanece sobre una silla durante horas.
El dolor genera malestar e incomodidad. En ocasiones, se manifiesta en forma de hinchazón u hormigueo. Como consecuencia de ello, la atención del trabajador se interrumpe y la mente, incapaz de focalizarse en la tarea laboral que tiene delante, comienza a preocuparse por el origen del dolor.
Unas sillas ergonómicas pueden ser la solución: la altura es regulable, disponen de reposacabezas (para evitar molestias en las cervicales), la reclinación del respaldo es ajustable, etc.
Sustituir el ruido por silencio
A diferencia de los tonos saturados, los colores neutros (blanco, beige, marrón…) y los tonos pastel inducen a la calma. Colocar muebles de estos tonos frente a paredes de colores quebrados crearía una atmósfera apacible y armónica, que todavía se puede reforzar más con las cabinas de oficina.
Esta solución no solo aporta un descanso visual, sino que también mitiga considerablemente el ruido del exterior, proporcionando un entorno mucho más adecuado para la concentración y la productividad. Las cabinas de oficina actúan como aislantes acústicos, creando un refugio de tranquilidad en medio de un ambiente potencialmente ruidoso. Lo ideal es encontrar cabinas que sean capaces de reducir en 45 dB el sonido del lugar de trabajo, lo cual asegura que el ruido ambiental no interfiera en las actividades diarias, permitiendo un espacio donde las personas puedan trabajar con mayor enfoque y sin las distracciones del entorno. Además, al mejorar la acústica del espacio, se contribuye a una mayor satisfacción laboral y bienestar general, aspectos clave en la optimización del rendimiento dentro de las empresas.
Sonidos que producen estrés
El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) indicó hace ya un tiempo que el ruido que produce el tráfico en una urbe puede ser motivo suficiente para que una persona llegue a padecer depresión o ansiedad. En concreto, se habla de una excitación del hipotálamo, la región del cerebro que genera las hormonas que regulan la frecuencia cardíaca, el estado anímico y el sueño.
Instalar una cabina insonorizada en la oficina permitiría al trabajador disponer de un espacio individual donde atender llamadas telefónicas, presidir videoconferencias y completar cualquier otra tarea laboral sin tener que hacer un gran esfuerzo por mantener la concentración a pesar del ruido.
Reducir los sonidos del exterior a fin de no estimular en exceso el hipotálamo evitaría alteraciones en la frecuencia cardíaca del empleado y mejoraría el estado anímico del trabajador durante su jornada laboral.