
15 de julio de 2025
CÍRCULO ROJO.- En tiempos en que la literatura tiende al artificio o la evasión, Luis Miguel Mourareu Torres apuesta por una narrativa serena, íntima, atravesada por la experiencia personal y un sentido casi místico de la vida. La llave del nuevo mundo, su última obra publicada con Editorial Círculo Rojo, es un ejercicio de fidelidad a lo esencial: la palabra como vehículo de transformación, el pueblo como símbolo universal y el ser humano como depositario de una sabiduría antigua, olvidada.
Nacido en Cortes de la Frontera (Málaga), Mourareu inició su camino literario como una necesidad vital: su tartamudez infantil lo llevó a descubrir en la escritura un refugio y, con el tiempo, una forma de decir lo indecible. No es casual, por tanto, que esta novela nazca de lo más hondo de su biografía y que la acción se desarrolle precisamente en el municipio que lo vio crecer. La llave del nuevo mundo es, a un tiempo, una ficción especulativa y un homenaje, una distopía y una carta de amor al terruño.
“Este libro ha sido escrito en algo más de un año, pero no desde la urgencia. He querido saborear cada línea, porque escribir sobre mi pueblo es como volver a casa”, confiesa el autor.
Entre lo visible y lo invisible
La novela, ambientada en un futuro incierto, plantea un mundo dominado por el oscurantismo y la tecnología al servicio del control. En ese contexto, Cortes de la Frontera aparece como excepción luminosa, bastión de humanidad, donde aún persisten la ternura, el humor y la sabiduría oral. La irrupción de un personaje enigmático, Mikael, activa una búsqueda colectiva: hallar esa “llave” que puede abrir una realidad alternativa, más amable, más justa, más plena.
A lo largo de sus páginas, Mourareu recurre a figuras como don Miguel, doña Lurdes o Carrasco —retratos entrañables del imaginario rural andaluz— para tejer una trama que combina elementos costumbristas con especulación metafísica. El resultado es un texto que desafía los géneros y se inscribe en una tradición literaria que bebe tanto de Gabriel García Márquez como de J.J. Benítez.
“Si dejamos atrás los tabúes y prejuicios, descubrimos que la vida abarca mucho más de lo que creemos. Esa es, en el fondo, la premisa de esta novela”, afirma Mourareu.
Una novela de resistencia
Pero La llave del nuevo mundo no es sólo una fábula espiritual. También es una denuncia velada al olvido de los pueblos, una defensa del patrimonio emocional y humano que encierra la vida rural, y una advertencia sobre los peligros de una sociedad desconectada de su raíz.
El estilo del autor es claro, directo, con momentos de lirismo medido y una cadencia narrativa que evoca el ritmo tranquilo de las conversaciones al calor de la lumbre. Hay humor, hay ternura, hay filosofía popular en cada diálogo.
Mourareu no escribe para deslumbrar, sino para compartir. Para convocar al lector a una reflexión serena sobre el sentido de la existencia, la posibilidad de otros mundos —quizá no tan lejanos— y el valor de mirar hacia adentro.
SINOPSIS
Año 2100. Lugar: Cortes de la Frontera (Málaga). El mundo ha cambiado mucho desde el inicio del tercer milenio, pero nuestro pueblo no. Las fuerzas vivas del lugar —un médico, un alcalde, un policía y un cura, todos ellos ya retirados y ancianos— se encargan de velar para que la villa siga felizmente anclada en el pasado en muchos aspectos. Un suceso inesperado dará un giro espectacular a las vidas de estos cuatro amigos, de Cortes de la Frontera… y de la humanidad. Una búsqueda llena de aventuras. Unos hombres cuya vejez es bendecida con el misterio de los misterios. Una historia increíble. ¿O no tanto?
AUTOR
Nacido en Cortes de la Frontera (Málaga), tiene 57 años. Vivió su infancia entre Cataluña y Andalucía, y actualmente reside en Barcelona. Es cuidador de enfermos terminales y discapacitados, tanatoesteticista e ingeniero químico. Está casado. Hijo de padre catalán y madre andaluza, con un abuelo francés, una tía catalano-francesa y dos tías alemanas. Charnego por todos los costados, y orgulloso de ello.