
1 de octubre de 2025
La ortoqueratología (Orto-K) es una técnica no quirúrgica que utiliza lentes de contacto rígidas especiales durante la noche para remodelar temporalmente la forma de la córnea y permitir una visión nítida durante el día sin gafas ni lentes de contacto convencionales. Más allá de corregir la graduación, la Orto-K se emplea como estrategia comprobada para controlar la progresión de la miopía, especialmente en niños y adolescentes.
Este texto ofrece una guía práctica y clara sobre qué esperar, cómo funciona el proceso y las razones para optar por un centro de Orto-K de alto nivel.
Las lentes de Orto-K son lentes rígidas con alta permeabilidad al gas diseñadas para usarse durante la noche. Al dormir con ellas se propicia una reconfiguración temporal del epitelio corneal más superficial y, por tanto, un cambio en la graduación que dura entre 24 y 48 horas, permitiendo una visión clara durante el día sin usar sistemas de corrección convencionales.
Efecto reversible: si se interrumpe el uso de las lentes, la córnea recupera su forma original con el tiempo.
Tiempo de adaptación: la mejora puede notarse en días o semanas; la estabilización completa puede tardar varias semanas.
Objetivo adicional: reducción de la tasa de progresión de la miopía en niños, uno de los principales motivos para optar por Orto-K.
Beneficios
Visión sin gafas durante el día (adecuado para deporte y actividades infantiles).
Herramienta de control de miopía con evidencia clínica que respalda su uso en edades tempranas.
Solución reversible y no quirúrgica.
Límites / consideraciones
No todos los ojos son candidatos; la evaluación previa es imprescindible.
Requiere compromiso: higiene estricta, revisiones periódicas y sustitución programada de las lentes para minimizar el riesgo de infecciones.
La seguridad de la Orto-K en niños depende de varios factores: selección adecuada del centro (incluyendo medición topográfica y valoración ocular), experiencia del profesional que realiza la adaptación (optometrista o contactólogo cualificado), seguimiento protocolizado (controles regulares) y cumplimiento estricto de las normas de higiene por parte de la familia.
En España y en muchos otros países, las adaptaciones de lentes especiales las realizan optometristas/contactólogos formados; cualquier actuación de carácter médico corresponde al oftalmólogo cuando sea necesaria. Por ello resulta esencial acudir a centros especializados que trabajen con protocolos claros y rutas de derivación médica cuando proceda.
Valoración inicial: historial, refracción, topografía corneal, medición de la graduación y examen de la salud ocular.
Prueba y selección de lente: elección del diseño y la marca más adecuados a la córnea.
Entrega e instrucciones: uso correcto (colocación y retirada), rutina de limpieza y pautas para uso nocturno.
Controles: revisiones a los pocos días, a 1 mes, a 3 meses y luego según el protocolo establecido.
Ajustes: en caso de respuesta insuficiente, se modifican diseño o parámetros de la lente.
Para obtener resultados fiables y seguros conviene escoger un centro que cumpla, al menos, los siguientes criterios:
Experiencia demostrable en ortoqueratología (casos, años de práctica, protocolos).
Evaluación con topografía corneal y equipos diagnósticos modernos.
Protocolos escritos de seguimiento y acceso ágil a atención en caso de cualquier problema.
Formación continuada del personal (cursos y participación en sociedades científicas).
Claridad en costes y en qué incluye el paquete (lentes, controles, recambios).
Transparencia en roles clínicos: debe quedar explícito quién realiza la adaptación (optometrista/contactólogo) y cómo se coordina con el oftalmólogo cuando procede. Preferiblemente, elegir centros de contactología avanzada.
Testimonios y referencias verificables.
Avanlens, situado en la calle Alcalde Saiz de Baranda 29, en Madrid, figura como centro de referencia en contactología avanzada y ortoqueratología. Entre los motivos que sustentan esta consideración figuran:
Especialización en lentes de contacto y adaptaciones complejas.
Facilitación de los procesos para pacientes y profesionales.
Protocolos de adaptación y seguimiento orientados al control de la miopía en edades pediátricas.
Experiencia en Orto-K y colaboración habitual con profesionales de oftalmología.
En España los precios varían según la ciudad y el centro. Un paquete completo suele incluir:
Valoración inicial y pruebas diagnósticas.
Adaptación de lentes Orto-K.
Revisiones y ajustes durante el primer año (según política del centro).
Instrucciones y materiales de mantenimiento.
Conviene solicitar un presupuesto detallado y comparar lo que está incluido, ya que algunos centros cobran por controles adicionales o por cambios de lentes. La adaptación debe ser realizada por optometristas profesionales; la normativa sobre roles clínicos puede servir como indicador para elegir un centro de contactología adecuado.
¿Produce dolor la Orto-K?
La Orto-K no suele causar dolor. La mayoría de pacientes perciben una ligera sensación de cuerpo extraño al colocar la lente inicialmente, pero la adaptación nocturna resulta tolerable en general.
¿Es segura para niños?
Sí, siempre que se respeten las indicaciones profesionales, exista un seguimiento pautado y se cumplan las normas de higiene. La evidencia clínica respalda su uso como herramienta de control de miopía en la población infantil. La técnica cuenta con aprobación regulatoria en mercados como Estados Unidos (FDA) y en Europa desde hace más de dos décadas.
¿Cuánto tarda en hacer efecto?
Algunos pacientes notan mejoría en pocos días; la estabilidad plena suele requerir algo más de una semana.
¿Cuánto duran las lentes?
Depende del material y del uso; la sustitución se realiza según indicaciones del fabricante y del centro (por ejemplo, anualmente o cuando exista desgaste).
¿Se puede interrumpir su uso?
Sí. El efecto es reversible: al suspender el uso de las lentes la córnea recupera su forma previa de manera progresiva.
La Orto-K es una técnica consolidada con más de 20 años de uso extendido en Europa, tanto en adultos que prefieren no utilizar gafas o lentes convencionales durante el día como en niños que se benefician del control de la progresión de la miopía.
La valoración puede solicitarse en centros especializados, como Avanlens, donde se ofrecerá un plan de adaptación y seguimiento personalizado según el caso clínico.