
10 de octubre de 2025
En los últimos años, el comercio electrónico se ha convertido en una de las herramientas más potentes para hacer crecer un negocio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la venta online requiere planificación, inversión y, sobre todo, entender cómo funciona el mercado digital. Por eso, si estás pensando en dar el salto al mundo online, a continuación te los explicamos todo.
Antes de dar el salto y lanzar nuestro e-commerce, debemos detenernos un momento y poner en orden algunas ideas básicas para evitar cometer errores que puedan salirnos caros a largo plazo.
El primer paso, y posiblemente el más importante, es estudiar bien el mercado. No importa si queremos vender ropa, gadgets tecnológicos o productos artesanales, debemos saber quién más ofrece lo mismo, a qué precio, cómo lo promocionan y, sobre todo, qué podemos ofrecer nosotros que sea diferente.
Para investigar, podemos usar herramientas como Google Trends, foros especializados o incluso encuestas en redes sociales.
Abrir un e-commerce sin contar con un plan de negocio es como navegar sin mapa. Debemos establecer objetivos claros. ¿Qué margen de beneficio buscamos? ¿Cuánto estamos dispuestos a invertir?
Podemos vender productos físicos, productos digitales o incluso servicios, pero es fundamental calcular la inversión inicial, desde la compra de stock hasta el marketing y los gastos de diseño web.
Antes de invertir, debemos validar nuestra idea de proyecto, por ejemplo, lanzando una preventa limitada, haciendo encuestas online o mostrando un prototipo a potenciales clientes. Si nadie muestra interés, mejor rectificar a tiempo.
Ahora que ya sabemos lo básico, vamos a ver cómo crear un e-commerce.
Antes de crear el catálogo, necesitamos saber a quién queremos vender. Cada público tiene sus canales preferidos y forma de comprar. ¿Qué edad tienen nuestros clientes? ¿Qué es lo que les interesa? ¿Qué redes sociales usan? Esta información es clave para diseñar la web y planificar nuestras estrategias de marketing.
No todos los productos son iguales. Debemos elegir aquellos que tienen más demanda y margen suficiente para cubrir costes y darnos beneficio. Podemos optar por:
Cada opción tiene pros y contras. Lo importante es saber gestionar bien el inventario, los márgenes de beneficios y los tiempos de entrega.
Shopify, WooCommerce, PrestaShop o Magento. La elección dependerá de nuestro presupuesto, de nuestros conocimientos técnicos y del volumen de productos. No obstante, si no queremos complicarnos, siempre podemos recurrir a una agencia de diseño web.
El dominio es la dirección de nuestra tienda (por ejemplo: mitiendabonita.com). Debe ser fácil de recordar, corto y acorde a la marca. Además, el hosting debe ser rápido, seguro y compatible con la plataforma elegida. No escatimes aquí, un hosting lento puede hacerte perder muchos compradores.
El famoso “candadito” que vemos en la barra de direcciones hoy en día es obligatorio. Garantiza la transmisión de datos y genera confianza. En la actualidad casi todos los proveedores lo incluyen gratis.
Una tienda online debe ser atractiva, clara y fácil de usar, que incluya imágenes de calidad, categorías bien definidas, filtros útiles, un buscador visible y por supuesto diseño responsive. Además, no olvides las páginas clave: “Quiénes somos”, “Contacto” y una buena sección de preguntas frecuentes.
¿Correos, mensajería privada o recogida local? ¿Tarjeta, PayPal o Bizum? Cuantas más opciones demos, más ventas tendremos. Por ejemplo, si ofrecemos envío gratuito a partir de 50 €, podemos incentivar compras mayores.
Ahora que ya tienes tu tienda, el siguiente paso es darla a conocer y convertir esas visitas en ventas, por ejemplo con estas opciones:
Eso sí, debes tener en cuenta que crear la tienda online es solo el principio. Para crecer, se necesita análisis, constancia, y mejoras continuas. Por eso, si necesitas un empujón extra, te recomendamos optar por el Plan Lidera Digital, que incluye la creación de la tienda online y otras acciones para que tu negocio pueda crecer sin límites.
Ahora que ya tienes claro cómo dar tus primeros pasos, solo falta lo más importante. ¡Empezar!