6 de noviembre de 2025
La Confederación Empresarial de Bizkaia (CEBEK) ha visitado LA SALVE para conocer de primera mano su modelo de colaboración con proveedores cercanos y el impacto que este enfoque tiene en la economía del entorno.
La SALVE se consolida como un modelo de economía circular local: la cercanía en su cadena de valor prioriza la sostenibilidad, reduciendo la huella de carbono, y su apuesta por la innovación la posiciona como un referente en desarrollo cervecero sostenible.
Quién es CEBEK. La Confederación Empresarial de Bizkaia es la organización empresarial de referencia del territorio. Agrupa a empresas y asociaciones sectoriales de Bizkaia y, a través de CONFEBASK, forma parte de la red empresarial vasca. Su misión es representar y defender los intereses de las empresas, impulsar la competitividad y el empleo de calidad, promover el diálogo social y ofrecer servicios de apoyo y formación al tejido empresarial.
Durante el encuentro, el equipo de LA SALVE ha presentado su política activa de compras en el entorno —desde materias primas como la cebada y el lúpulo de cercanía, hasta elementos clave como vidrio, etiqueta, vajilla o servicios— y su apuesta por envases retornables y proyectos de sostenibilidad alineados con los retos de ciudad.
Eduardo Saiz Lekue, socio fundador de LA SALVE: “Nuestro compromiso es claro: construir marca desde Bilbao, trabajando con proveedores cercanos y contribuyendo a que la riqueza se quede aquí. La colaboración con el tejido empresarial de Bizkaia es la base para crecer de forma sostenida y con impacto real en el entorno.”
Desde CEBEK han destacado el valor de las alianzas empresa-proveedor y la importancia de políticas que favorezcan la economía local, la estabilidad del empleo y la competitividad del territorio.
Sobre LA SALVE
LA SALVE es la segunda cervecera más antigua en activo y fue fundada en 1886 en un recodo de la ría de Bilbao que lleva su nombre por José Schumann y Cordés, hijo de un cervecero alemán. Desde 1910, la cervecera estuvo en manos de la familia Pérez-Yarza, quienes gestionaron destacados negocios de alimentación y hostelería en Bilbao. Tras un período de inactividad, en 2014 renació de la mano de dos amigos de la infancia de Bilbao, Jon Ruiz Ibinarriaga y Eduardo Saiz Lekue, con la ambición de recuperar la tradición cervecera local, manteniendo la esencia de su origen, pero adaptándose a las demandas del consumidor actual.
La compañía cuenta en su accionariado con la contribución de Mahou San Miguel, relación que fue clave para reabrir su fábrica en la capital vizcaína. Con estas instalaciones, LA SALVE recupera la producción local después de que su antigua fábrica cerrase sus puertas en 1977.
El proyecto de LA SALVE, impulsado por las capacidades y recursos de Mahou y su respeto por el carácter local, busca reinventar la marca como la cerveza de Bilbao que aspira a recuperar su hueco en el sector cervecero y alcanzar el 10% la cuota de mercado, siempre desde un compromiso firme con lo próximo.