18 de noviembre de 2025
Cada vez más personas abandonan las salas llenas de máquinas para entrenar con pesas con forma de tetera. Lejos de ser algo moderno, significa volver a las herramientas clásicas de entrenamiento que siempre han funcionado, y seguirán haciéndolo, porque con ellas se puede mejorar la fuerza, la movilidad y resistencia sin depender de grandes espacios libres ni de un gran presupuesto.
Diseño único y beneficios múltiples.
Aunque hay quien las origina en la Grecia clásica, las kettlebells actuales se popularizaron cuando en los antiguos mercados rusos pasaron de ser una medida estándar de pesaje de ganado al accesorio de entrenamiento favorito de los forzudos de la época.
En español, también se conocen como pesas rusas y su nombre hace referencia a su forma de tetera.
Al agarrar una mancuerna su centro de gravedad está en la palma de la mano, no ocurre así con las kettlebells y por eso son tan interesantes, ya que mejoran la estabilización articular y muscular, el core y la coordinación casi sin pensarlo.
De sus beneficios destacan que mejoran la fuerza útil y el control corporal, desarrollan la potencia muscular y cardiovascular con una sola herramienta, sus mejores ejercicios son globales así que se puede decir que se ahorra tiempo, pero es que además tiene variantes para todos los niveles así que todas las personas se pueden beneficiar del poder de las pesas rusas.
Entrenar con kettlebells ya vale la pena aunque solo se aprenda el swing; de hecho, es posible realizar una sesión fantástica de entrenamiento únicamente haciendo swing con kettlebell y una buena plancha abdominal.
Este consiste en balancear la pesa rusa agarrada con los brazos desde la cadera y las piernas. Este ejercicio da sus mejores resultados cuando se manejan cargas moderadas a altas, ya que de otro modo se haría muy fácil involucrar a los brazos o la columna para ejecutarlo, lo que no debiera de ocurrir nunca.
Para quienes tienen dudas sobre su ejecución, lo mejor es dejarse asesorar por un profesional para sacarle el mayor partido sin lesionarse por el camino.
Lo más importante de todo es que el peso es secundario, lo importante es el estímulo y dependerá del nivel, contexto y objetivos.
Como norma general las chicas suelen empezar con 8 y 12 kilos, y los chicos entre 12 y 16, aunque dependerá del ejercicio en cuestión y de si se dispone de variedad de pesos o no.
Pesos moderados a grandes pueden venir bien para las piernas, pero quizás puedan ser imposibles de mover para ejercicios de torso y brazos. En ese caso, se puede utilizar un peso de moderado a pequeño para los brazos y optar por ejercicios de pierna asimétricos si únicamente se tiene una sola kettlebell.
Lo ideal, para los principiantes, es que cuenten con alguien profesional que les pueda enseñar la mecánica del ejercicio y les adapten la progresión.
Cada vez más personas de Zaragoza, y online, conocen los beneficios de entrenar con kettlebells. El entrenador Carlos Casado dirige un centro en Zaragoza donde son expertos en kettlebells y especialistas en enseñar a personas a entrenar desde cero.
Imparten sesiones de entrenamiento personal individuales, en parejas, y en grupos pequeños, siempre priorizando técnica, eficacia y seguridad.
“Nuestro objetivo es que cualquier persona, sea cual sea su nivel, disfrute del entrenamiento y hagan suyo nuestros lemas #otemuevesocaducas y #todoesNpezar”, explican desde el centro, ubicado en el barrio del Actur de Zaragoza.
Más información: www.npezar.com