24 de noviembre de 2025
Haciendo radiografía del fraude fiscal en España en los últimos años, Francisco Fernández, economista forense y perito judicial que lidera el área de análisis económico de Concordes Tax & Legal habla sobre la idea que atraviesa cualquier investigación de delitos económicos en España: “el efectivo nunca pasa desapercibido”. El equipo de la firma Concordes acumula una década de trabajo pericial, sus informes son utilizados tanto por Tribunales como por la Fiscalía en procedimientos de delitos económicos, especialmente blanqueos, estafas, alzamientos y financiación irregular, algunos de ellos de notable impacto nacional, como el dictamen del conocido cártel de los coches.
Durante la charla, Fernández explicó que el uso de efectivo no es únicamente un medio de pago: es un indicador. Desde la entrada en vigor de la normativa que limita los pagos en metálico en 2021, el análisis de los movimientos en efectivo se ha convertido en una herramienta clave para identificar incoherencias, vacíos documentales o dinámicas financieras dudosas en el funcionamiento de cualquier entidad. Su valoración es clara: en organizaciones cuya financiación proviene de recursos públicos, subvenciones o cuotas de afiliados, como asociaciones, fundaciones o partidos políticos, no es habitual encontrar flujos continuados de efectivo, porque su estructura financiera está diseñada para operar de forma transparente, registrada y trazable de manera bancaria.
“La presencia de efectivo activa una alerta técnica”, señala el perito judicial, no porque el efectivo constituya una irregularidad por sí mismo, sino porque obliga a reconstruir el origen de los fondos, a contrastar su encaje con la operativa real y a analizar si existe una correlación lógica entre la actividad y el movimiento de efectivo. En muchos procedimientos judiciales, este rastro inicial ha permitido abrir líneas de investigación más profundas que han terminado por descubrir un origen de los fondos ilegal.
El efectivo, recuerda Fernández, es el medio de pago menos trazable y, precisamente por eso, el más revelador cuando aparece donde no debería. Su análisis no se basa en suposiciones ni en valoraciones subjetivas, sino en la experiencia acumulada: “cada vez que los pagos en efectivo aparecen en una entidad, los peritos judiciales encuentran un punto de partida”.
En definitiva, el análisis del efectivo se ha convertido en un elemento esencial para entender el comportamiento económico de cualquier entidad. “Cuando los movimientos son coherentes y trazables, la actividad es transparente; cuando no lo son, se abre la necesidad de investigar”.