2 de agosto de 2018
Los puffs son discretos, versátiles, prácticos, decorativos, estos muebles o asientos son muy funcionales y todo un acierto si decidimos apostar por ellos como un elemento más de decoración en la vivienda.
Os mostramos a continuación algunas razones que te animarán a incorporar uno o varios de estos asientos en tu vivienda.
Muy utilizados en Asia, por su costumbre de comer en mesas bajas, estos asientos se incorporaron en Europa durante el siglo XIX como una especia de taburete que era usado de manera habitual como complemento de los sillones para poder apoyar los pies.
Su popularización permitió que muchos fabricantes apostaran por esta forma de asiento, y en la actualidad encontramos modelos para todos los gustos y de diferentes tamaños, pero que tienen como punto en común que son muebles que se pueden transportar fácilmente de una estancia a otra, amontonarse entre sí o guardarse rápidamente si queremos dejarlos fuera de la vista.
Esta ligereza y versatilidad permite que el puff sea el elemento idóneo para separar diferentes ambientes dentro de un mismo espacio. A diferencia de sillones y sofás, que son asientos más estilosos y más formales, los puffs guardan ese toque informal con el que darle un aire diferente a una determinada estancia.
Su versatilidad es uno de sus grandes aspectos positivos. Si los comparamos con sofás o sillones, los puffs ganan en versatilidad, porque pueden quedar bien en cualquier habitación de la vivienda, incluidos el baño o la cocina. En el caso del baño, resulta muy útil como lugar en el que descalzarse o para apoyar las toallas.
El simple hecho de que sean asientos tan apreciados por el público en general lo convierte en una ventaja, porque esto obliga a los fabricantes a diseñar modelos cada vez más completos y con mayor utilidad. En la tienda online Fiaka podemos contemplar modelos para todos los gustos.
Existen puffs que incluyen ranuras que actúan como revistero, otros poseen un asiento que se levanta y en su interior contienen espacio para almacenar diferentes elementos, los hay que son de gran tamaño y se pueden sentar sobre ellos varias personas e incluso hay puffs cama.
Es la principal razón para apostar por estos elementos en cualquier espacio de la casa. Ofrecen la posibilidad de tener más espacio disponible en casa para sentarse. No ocupan mucho espacio visual y, siendo bajos, su presencia casi no distorsiona la imagen o el estilo decorativo de la estancia. Cuando recibimos muchos invitados en casa, nos sacan de muchos problemas.
Recuperando su función original, otra utilidad de estos asientos es que sirven como reposapiés. Si la butaca o el sillón de casa no es muy cómodo, gana en confortabilidad añadiendo uno o varios puffs al salón, así tus piernas descansarán de un modo más placentero.
Dejando a un lado su funcionalidad y su utilidad, otra razón que invita a colocar puffs en casa es el toque glamuroso que puede darle a algunos espacios de la vivienda, como tocadores o vestidores.
Por su ligereza, son muebles fáciles de transportar, de modo que se pueden guardar cuando no los necesitemos.
Otro aspecto destacado de este tipo de asiento es su precio. Por lo general, son muebles muy económicos y, debido a la amplia variedad de modelos existente en el mercado, la vivienda o las diferentes estancias de la misma pueden tener su propio estilo gracias a la presencia de estos asientos.
Además, si eres aficionada al DIY o las manualidades, puedes hacer uno de estos asientos con pocos materiales: un palé, unas ruedas y un cojín o colchoneta son más que suficientes para crear tu propio puff.
Y la última razón para apostar por este forma de asiento es que los niños quedan encantados con ellos. Son ideales para la habitación infantil o la sala de juegos. Pero ojo, los puffs para niños es preferible que estén bien reforzados y sean resistentes y duraderos, para que no se rompan con sus juegos y saltos.