
4 de noviembre de 2019
Las normas ISO son establecidas por el Organismo Internacional de Estandarización (ISO). Esta normativa contiene estándares y guías relacionados con los sistemas y las herramientas de gestión que pueden aplicarse en cualquier empresa u organización, sin importar su tamaño ni sector de actividad.
Están dirigidas a ordenar la gestión de la empresa en sus distintas áreas y ámbitos de actuación. A pesar de que tienen un carácter voluntario, cada vez alcanzan un mayor reconocimiento internacional y, por lo tanto, aumenta el número de empresas que se sienten interesadas e invierten en ellas para adquirir prestigio y distinguirse de la competencia.
Toda empresa deberá contar con la ayuda de una consultoría ISO que cuente con un equipo multidisciplinar que sea capaz de atender cualquier necesidad que se tenga relacionada con la normativa ISO. El objetivo que persigue Ingertec, agencia líder en consultoría ISO, es aportar valor a los negocios de sus clientes. Para conseguirlo, son ellos los que se adaptan a los requerimientos de los interesados en sus servicios, y no al contrario, como ocurre en la mayoría de las consultorías de la competencia.
Como se ha comentado con anterioridad en este artículo, la acreditación de la normativa ISO es totalmente voluntaria. Sin embargo, cada vez son más las empresas que se suman a estos requerimientos para ganar en prestigio, tanto nacional como internacional. Esta mejora de la imagen siempre tiene un fin último, aumentar los resultados económicos de la empresa, por lo que debe contemplarse como una inversión, en lugar de verse como un gasto.
Con la normativa ISO, las empresas se aseguran la propia calidad en la gestión del negocio, pero la principal ventaja viene dada por la garantía que se transmite a nivel internacional, generando confianza en los inversores, clientes y proveedores.
Uno de los beneficios inmediatos que se aprecian cuando se cumple con la normativa ISO es el aumento del nivel en la organización interna. De esta manera, la información fluye con más facilidad, localizando los problemas que pudieran aparecer rápidamente.
La normativa ISO también consigue una notable mejoría a nivel comercial, pues aumenta la reputación de la marca, identificándose dentro del grupo de empresas comprometidas con normas internacionales reconocidas.
Con respecto a los residuos, se reducen considerablemente, gracias a la gestión eficiente de materiales y a una mayor eficiencia en la producción, y esto trae beneficios directos a nivel económico. Por otra parte, mejora de la imagen de marca, pues el interés de las empresas por el respeto al medioambiente esta visto como un valor muy positivo.
Así mismo, se consigue un aumento en la satisfacción del cliente, pues la norma ISO establece un requisito para este apartado, asegurando que las necesidades de este son tenidas en cuenta de manera preferente.
Estos son solo algunos de los beneficios que cumplir con la normativa ISO puede traerle a cualquier empresa. Hasta hace unos años, solo las grandes corporaciones se preocupaban de cumplir con estos requisitos, por la inversión económica y de recursos que suponía. Pero, en la actualidad, cada vez son más las medianas empresas, e incluso pequeñas pymes, que se interesan por las distintas normas ISO, pues se empieza a comprender que se trata de una inversión que da sus frutos en el medio y largo plazo.
Hay distintos tipos de certificados ISO, en dependencia de las necesidades que requiera cada empresa u organismo. Algunos de ellos son comunes a todas las compañías, independientemente del sector al que pertenezcan, y son las que se presentan a continuación.
Es, probablemente, el más conocido de todos. Se trata de la famosa norma ISO 9001, que se encarga de establecer los estándares en la gestión de la calidad dentro de las organizaciones. Las compañías que se suman al cumplimiento de esta norma tienen que superar unas pruebas para certificar la calidad de la producción.
Para garantizar la correcta implementación del sistema de gestión medioambiental existe la norma ISO 14001. Esta certificación demuestra el interés en el cuidado y respeto por el medio ambiente. Este certificado cada vez tiene un impacto más positivo en los consumidores, debido, principalmente, a los problemas que se están sufriendo por el cambio climático.
La norma ISO 5001 no es tan popular como la anterior, pero también es muy relevante. El Sistema de Gestión Energética asegura que la organización hace un uso responsable de las energías durante su proceso productivo.
La norma ISO 27001 está relacionada con los Sistemas de Gestión de Seguridad de la Información. Con su cumplimiento, queda asegurado que no se van a cometer negligencias en materia de seguridad y que se cumplen los requisitos legales en la manipulación de los datos y la información.
La norma ISO 22301, por su parte, garantiza que el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio está correctamente implantado. Este certificado se ha disparado en los últimos años debido a la crisis económica.
La norma ISO 45001 es una de las certificaciones más famosas entre las empresas, ya que está relacionada con el cumplimiento de los estándares del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo.