
18 de diciembre de 2019
A la hora de proponerse cursar cualquier tipo de estudios, una de las primeras elecciones a las que nos enfrentamos es si queremos que sea presencial o a distancia. Una decisión que hay que tomar con calma y reflexionar bien sobre ella, ya que ambas opciones presentan beneficios y ventajas asociadas. Vamos a conocer un poco más sobre lo que supone optar por una formación online.
La formación a distancia a través de internet es uno de los sectores que más ha crecido con el paso de los años, gracias a los grandes avances tecnológicos que se han alcanzado en este campo y que han conseguido que cada vez más personas se decidan por este tipo de educación. La oferta en formación online sigue ampliándose en todos los niveles y cada vez son más los centros que ofrecen los dos ámbitos para sus estudiantes.
Pero a la hora de elegir la opción de llevar a cabo unos cursos online conviene tener muy en cuenta cuáles son las ventajas y los inconvenientes que conlleva estudiar de forma online para saber si es la modalidad que más se ajusta a nuestra personalidad y a nuestras necesidades.
Una de las grandes ventajas de cursar estudios online es que se obtiene una mayor flexibilidad al no tener que depender de horarios para acudir a clase. El estudiantes es el encargado de gestionar su tiempo y el que decide cuándo estudiar o cuándo hacer las actividades propuestas. Es una opción ideal para poder compaginar los estudios con otro trabajo o con la vida familiar, lo que supone que mucha gente pueda volver a estudiar de esta manera.
Otras de sus ventajas es que se trata de una educación más barata y más asequible para el bolsillo. En especial, es realmente útil cuando los estudios que queremos cursar están en otra ciudad o incluso, en la otra punta del país, ya que no hará falta desplazarse para acudir ni buscar alojamiento.
A pesar de contar con gran cantidad de ventajas como las que acabamos de comentar, también hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda. Si bien es cierto que el no tener horarios aporta flexibilidad, también requiere de tener una fuerte disciplina para saber cuándo hay que ponerse a estudiar y a trabajar en las actividades. Sin ese recordatorio constante que supone acudir a clase, la dedicación se puede ir diluyendo y no dar lo mejor de nosotros mismos, hasta incluso, abandonar.
Por eso también es necesario tener una buena organización y gestión del tiempo para elegir cursar esta modalidad, ya que de lo contrario, puede hacerse muy difícil. Al igual que la interacción con compañeros y profesores a través de internet y no en persona, puede hacer que mucha gente no se tome en serio los estudios o no aproveche al máximo las herramientas de los chats online. Es importante mantenerse siempre en contacto y al tanto de las novedades, sobre todo para no sentir esa soledad que puede convertirse en desilusión por la materia de estudio. Por no hablar de que también es importante tener al menos unas nociones básicas de tecnología para saber usar un ordenador, seguir el contenido online y contactar con los profesores para las dudas.
La decisión de cursar unos estudios en modalidad online o presencial debe tomarse con calma y conociendo bien cuál es nuestra personalidad a la hora de ponernos a estudiar. Puede que la flexibilidad horaria y los costes más baratos que supone formarse a distancia nos atraigan, pero si no estamos seguros de poder mantener una disciplina y unos horarios fijos de estudio, quizás debamos plantearnos nuestra decisión. Lo importante es tener bien claro qué beneficios y qué inconvenientes suponen cada una de estas variables y actuar según creamos que será lo mejor para nuestros estudios.