
22 de enero de 2021
El Ayuntamiento y la agrupación municipal del PSOE en la localidad sevillana de Bormujos han tratado de salir al paso de la larga lista de polémicas acumuladas en las últimas semanas asegurando que su alcalde, Francisco Molina, está siendo víctima de una “campaña de acoso y derribo” orquestada por el Partido Popular.
A través del perfil oficial del PSOE de la localidad en Twitter han asegurado ser víctima de “mentiras” pero no han aclarado las dudas sobre supuestas corrupciones e incumplimiento del código ético del partido. Concretamente, el alcalde habría incumplido la norma que exige a los cargos socialistas no presentarse a las elecciones o ejercer un cargo público si son procesados por delitos de corrupción y se abre un juicio oral.
Y esto es precisamente lo que hizo Francisco Molina, ya que se presentó a las elecciones del 28 de mayo de 2019, pese a que se le citó para un juicio oral, algo de lo que tuvo conocimiento el día 20 de marzo, dos meses antes de los comicios que finalmente le permitieron gobernar con el apoyo de Ciudadanos.
Pero además de no aclarar esta polémica, abierta desde hace semanas sin que tampoco desde la directiva del PSOE andaluz se haya tomado medidas, desde el Ayuntamiento han tratado también de justificar otra polémica por un contrato firmado con una empresa que se dedica a la organización de eventos para gestionar la aplicación del protocolo covid en los colegios de la localidad.
El pasado 19 de octubre, el alcalde, Francisco Molina, firmó una resolución para adjudicar el contrato menor de servicios titulado “Asesoramiento y seguimiento del protocolo Covid-19 en los centros educativos de Bormujos”.
En su página web la empresa contratada, Evartisto SLL, bajo el eslogan “Evartisto, siempre listo”, asegura ofrecer servicios de “agencia de eventos, coaching y de espectáculos mágicos”, pero desde el Ayuntamiento sostienen ahora que en realidad esta web está desactualizada ya que desde hace dos años la entidad no ofrece los servicios de magia.
Pero hay más, por irónico que parezca, desde el Ayuntamiento justifican esta contratación, cuanto menos sospechosa si tenemos en cuenta que se hizo por un valor de 17.968,50 euros cuando el límite legal para poder conceder contratos “a dedo” es de 17.999 euros, asegurando que la empresa es fiable porque también ha sido contratada en el pasado por otros ayuntamientos gobernados por el Partido Popular, la misma formación política a la que acusan de estar orquestando en la sombra una campaña de acoso y derribo contra su alcaldía.
Mientras tanto, el tercer actor en esta cutre historia de intrigas políticas municipales, Ciudadanos, nos ha deleitado en las últimas horas con un “plot twist” que da para tomar nota a los guionistas de las series turcas que ahora mismo triunfan en Antena 3.
En un primer momento la formación naranja descartó dejar de compartir gobierno en Bormujos con el PSOE, pese a tener al alcalde procesado por prevaricación y con juicio a la vista, poniendo como excusa estar inmersos en plena tercera ola de la pandemia. ¿Qué mejor para luchar contra esta crisis que con unos socios supuestamente salpicados por corrupción?, pensaron en Ciudadanos.
Esto no nos pilla por sorpresa, ya que la formación política que presentara en su día Albert Rivera como la solución a la corrupción del PSOE y el PP se ha convertido más bien en una muleta para dos partidos enfermos que en una cura.
Pero es aquí donde llega el “plot twist” sin precedentes. Y es que finalmente, y no sabemos si presionados por la tensión política al alza en Bormujos, desde la directiva regional de Ciudadanos han cambiado de opinión y exigido la dimisión del alcalde con el que hasta ahora compartían gobierno.
“Ciudadanos debe seguir velando por los valores de limpieza y regeneración que abandera desde sus inicios, incluso durante la difícil situación sanitaria y la crisis económica y social que provoca la tercera ola del coronavirus”, aseguran en un comunicado que es completamente opuesto a lo que dijeron hace tan solo unos días.