29 de abril de 2022
Si por algo se caracteriza el café es por su historia y anécdotas a lo largo del tiempo. Degustar una buena taza con una agradable textura y un sabor único encierra un gran número de sensaciones, a veces, difíciles de explicar. Por ejemplo, las cafeteras Bialetti son toda una leyenda. Alfonso Bialetti fue su inventor y la patente data del año 1933; sin embargo, todavía conservan su esencia.
La cafetera Moka es conocida como italiana, Greca o Macchinetta. Cualquiera de estas denominaciones son correctas, no obstante, depende la región, la elección de estos nombres. Bialetti fue la primera marca en comercializar esta cafetera de aluminio, por lo tanto, fue una verdadera revolución en el mercado por aquella época.
Actualmente, la cafetera Bialetti conserva su diseño original a pesar del paso del tiempo. Es todo un icono en la mayoría de los hogares de todo el mundo. Preparar buen espresso en este recipiente hecho con aluminio fundido con mango en acrílico negro es más habitual de lo que pensamos.
Los hábitos del consumo de café del público italiano cambiaron en los años 30. La idea de preparar esta bebida en el hogar con esta cafetera a fuego lento formaba parte de un cambio tecnológico y social. Sin embargo, aunque esto no parece nada innovador hoy en día, a comienzos del siglo XX, esta cafetera de aluminio causó furor.
Su creador no tenía ni idea de su gran impacto. Esta cafetera de café espresso en aluminio se encontraría muy pronto en el 90 % de los hogares italianos, además de formar parte del Libro Guinness de los Récords. Hasta el momento, lo normal era degustar esta bebida en las cafeterías. Lugares en los que nacían nuevos movimientos ideológicos y políticos; sin embargo, el consumo en el hogar otorgaba mayor protagonismo a la mujer y su emancipación.
Por otra parte, el espresso se convertía en un referente en el café italiano. Esta taza fuerte e intensa también se hizo muy popular. De hecho, este café preparado en las cafeterías se caracteriza por ser una fuente de energía que se consumía rápidamente. No había mejor opción que comenzar la mañana con una buena dosis.
Sin embargo, hasta llegar a la cafetera Moka, Bialetti tuvo que analizar varios métodos de lavado de las mujeres locales en los años 20. Su creatividad le llevó a diseñar un modelo, tras observar cómo hervían agua en las tinas y tuberías que usaban para lavar la ropa.
Mientras tanto, otros creadores se preocuparon por mejorar la bebida utilizando la presión y no el vapor. Los sistemas eran más complejos y no lograban resultados tan satisfactorios. Tras varios años de experimentos y solucionar problemas, se inventó la Moka Espresso.
Durante los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial se comercializaron 10.000 unidades por año (1936-1940). No obstante, su hijo Renato, fue la persona que se encargó de realizar una campaña de marketing masiva, una vez que finalizó la guerra. Aumentaron mucho las ventas (1.000 unidades al día) gracias a la publicidad en radio, periódicos y revistas.
Con el paso del tiempo, la firma ha ido agregando una nueva línea de cafeteras con diseños más modernos y elegantes. Asimismo, se han introducido modelos eléctricos y nuevos sistemas de presión. Sin embargo, la esencia de la primera cafetera de Bialetti todavía sigue presente en muchos hogares del mundo.