16 de agosto de 2022
Tarífalo explica cuáles son las distintas tarifas luz y aconseja sobre cómo aprovechar los tramos más baratos este verano. Debido al aumento de las temperaturas y la variación en los costes de la electricidad, aparece la necesidad de establecer parámetros de ahorro en las actividades cotidianas para poder pagar menos en la factura eléctrica.
El mercado de la luz en España tiene diferentes funcionamientos que permiten al usuario acceder a diversas tarifas y escoger una que se ajuste a su consumo diario. Las del mercado regulado son tasas fijas establecidas por el gobierno, que se conocen como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor o por sus siglas PVPC. Estas están disponible solo para usuarios que consumen menos de 10 kW. Para acceder al coste por hora, la vivienda debe tener instalado un contador digital que establezca la factura por consumo.
Los horarios de los costes varían según el día. Por eso, Tarífalo los pone a disposición de los usuarios. La luz es más económica por la noche entre las 00 h y las 08 h y durante los fines de semana y festivos. El precio intermedio se produce los días laborales entre las 08 h y las 10 h. Hasta las 14 h se presenta uno de los picos más caros, pero luego disminuye a partir de las 14 h y hasta las 18 h, volviendo a aumentar de las 18 h a las 22 h. Por último, se estabiliza entre las 22 h y las 24 h.
Por otro lado, el mercado libre de la electricidad ofrece tarifas con un coste anual fijo o tarifas por discriminación horaria que se divide en horas valle, horas supervalle y horas punta. Este formato resulta ideal para los espacios que consumen más energía durante las noches y fines de semana. En este punto, se deben contrastar las empresas que brindan el mismo servicio a través de un comparador gratuito como Tarífalo, que ofrece los precios más funcionales con una sola búsqueda.
Para aprovechar los tramos más baratos, primero se debe establecer un horario que incluya actividades de alto consumo, como la utilización de electrodomésticos o el uso del sistema de ventilación y que coincida con las horas más económicas. Este segundo punto es uno de los más preocupantes en el verano, debido a las altas temperaturas. Para evitar este problema, se debe crear un aislamiento térmico en paredes, puertas y ventanas, para que la temperatura lograda con el aire acondicionado no se pierda, y también se pueden incorporar persianas opacas que permiten conservar la climatización.
Para lograr un ahorro en la factura eléctrica, es importante conseguir un proveedor del servicio que se adecúe al uso diario de cada tipo de hogar y familia.