21 de febrero de 2018
La reunificación de deudas se ha vuelto un modo muy popular de gestionar las deudas. La promesa de muchas empresas que brindan este servicio es la de librarnos de preocupaciones por las deudas contraídas. ¿Son en verdad la mejor solución al acumulamiento de compromisos financieros? Veamos algunos peligros envueltos en el asunto que muestran que esta no es la mejor opción.
Las empresas de reunificación: ¿nobles héroes?
Cuando el costo de la vida sube para los españoles, las deudas tienden a ahogarlo. Los altos intereses de los préstamos y el alto índice de deudas han dado lugar a un negocio brillante. Es el de reunificar todas las deudas que tengamos en una sola, a cambio de un leve interés. Al menos eso es lo que afirman las empresas que ofrecen estos servicios. Están se hacen ver como los nobles héroes que buscan salvarnos de una situación calamitosa.
Sin embargo ¿en realidad lo hacen? ¿O sencillamente agregan una deuda más en nuestro haber? Al final, la realidad es que por este supuesto favor, las finanzas de los españoles decrecen a un ritmo preocupante. Los únicos que ganan son estas empresas, pues hasta la fecha, las leyes gubernamentales regulan muy poco a estas entidades. No hay BOE anuncios sobre la protección para el ciudadano.
¿Qué implica el servicio de agrupación de deudas?
La reunificación o agrupamiento de deudas no es más que reunir y agrupar el total de hipotecas y prestamos en un solo monto. De esta forma, se busca extender el plazo de amortización de todas las deudas. Al unificar las deudas en un solo pago cada mes la cuantía es mucho menor que afrontando cada pago individualmente. Por supuesto, esto incrementa al final el costo de todas las deudas por motivo de los intereses que se pagan.
Las empresas que realizan este servicio tienen la capacidad de intermediar con entidades bancarias y otras, a fin de reunir los préstamos e hipotecas. Una vez aceptado el servicio, las deudas anteriores quedan sin efecto. Todas se reagrupan en una sola hipoteca bajo las nuevas condiciones previamente acordadas. Ahora el plazo de amortización es más largo, por lo que la cuota mensual a pagar baja considerablemente.
¿Qué inconvenientes presentan estas alternativas?
Existen algunas ventajas asociadas al reagrupamiento de deudas. Por ejemplo, puede sacar de un apuro a quien se halle en un momento de necesidad. Sin embargo, puede ser contraproducente al final, por eso es necesario pensarlo dos veces antes de recurrir a este servicio. Veamos algunas desventajas que muestran que la reunificación de las deudas no siempre es la mejor alternativa.
No es gratis
Agrupar las deudas es un proceso que no resulta gratuito en la mayoría de los casos. Algunas empresas mediadoras corren con los gastos implicados. Pero por lo general, para unificar las deudas es necesario pagar los costos de la tasación de la vivienda, y los contratos respectivos. Todos estos gastos administrativos corren por cuenta del solicitante.
El gasto total aumenta considerablemente
Uno de los aspectos más negativos de la reunificación es que el gasto total se incrementa considerablemente. Aunque es cierto que la cuota mensual a pagar se reduce, al final la cantidad total es bastante alta. Esto sin importar que el porcentaje de interés sea inferior al que pagábamos antes.
El plazo de devolución aumenta
Aunque esto se pueda ver como una ventaja, no lo es en realidad. Al prolongar el tiempo de pagar, la persona se convierte en esclavo de sus deudas por más tiempo. Esto no provee la tranquilidad que tanto se promociona en estas ofertas. La verdad es que mientras más se soporta una deuda, peor son los efectos en la economía del implicado.
La garantía hipotecaria
Para solicitar el servicio de agrupar las deudas se exige una garantía hipotecaria. Así que, al optar por los supuestos beneficios de reunificación se expone el pellejo. En el peor de los casos el impago de las deudas resulta en un final feliz, pero para la empresa mediadora, que se queda con su casa.