20 de agosto de 2018
Cuando una sociedad cambia de la forma en que lo está haciendo la nuestra en los últimos años, cabe suponer que toda su economía, en la que se fundamenta el sistema que lo mantiene activo, cambia para adaptarse a la nueva realidad en la que se desenvuelve el panorama global actual.
Hace una década, con el estallido de la crisis, todos los ciudadanos, salvo los poseedores de grandes fortunas, experimentamos grandes cambios. El panorama económico tan desfavorable hizo que muchos perdiesen su trabajo, y por ende su casa si esta, estaba hipotecada.
Aquellos que consiguieron mantener su puesto, sufrieron grandes reducciones en sus nóminas, aunque realizasen el mismo trabajo que venían haciendo, incluso algunas veces con alguna hora extra de más no pagada, pues a tenor de la crisis y bajo el lema de son tiempos difíciles se han cometido grandes atropellos sobre la clase trabajadora.
A toda esta incertidumbre y penurias se le vinieron a unir continuas subidas de los impuestos, sobre todo en los suministros básicos, como la luz y el agua, pero también en la cesta de la compra. Hoy en día, parece que empezamos a dilucidar un rayo de luz en el horizonte, una esperanza de cambio que no acaba de llegar pero que parece estar cada vez más cerca.
Este cambio no ha venido, como cabría suponer, del buen hacer de los gobernantes, sino de un pueblo que nunca se rinde y que sigue adelante con las herramientas que tiene, porque cuando una puerta se cierra, otra se abre y estamos en un momento histórico de abrir nuevas puertas y encontrar nuevas salidas.
Durante toda la vida nos han hecho creer que eso de la economía estaba limitado a un círculo muy pequeño, a una elite financiera con grandes conocimientos y que al ciudadano de a pie le estaba prohibida la entrada en temas relacionados, por ejemplo, con la inversión en bolsa.
Pero con la llegada de Internet, la llave que más puertas está abriendo a los ciudadanos, y que ha democratizado la información, ya muchos de nosotros sabemos que podemos sacar rendimiento a nuestros ahorros con el comercio de divisas, conocido como trading de forex.
Ya nos hemos dado cuenta de que la banca tradicional saca un buen rendimiento de nuestros ahorros que nunca nos lo retribuye, un rendimiento que bien podríamos aprovechar nosotros mismos, ya que como pago a concederle temporalmente nuestro dinero con fondos de inversión y otros métodos, no hacen más que concedernos migajas, cuando no aplicarnos encima comisiones abusivas por gestionar nuestras cuentas.
Si tienes algo de dinero ahorrado y quieres interesarte por el intercambio de monedas para sacarles rentabilidad, solo tienes que visitar www.cnie.org y empezar a informarte sobre esta interesante opción.
No tengas miedo a no conocer el medio, pues esta actividad se realiza con la ayuda de un broker (corredor de divisas) que te aconsejará, asesorará y será el intermediario en tus operaciones y poco a poco, además, irás conociendo cómo funciona todo el sistema. Entonces te darás cuenta por ti mismo que no hay nada oscuro e inaccesible, como nos hicieron creer.
Y ¿qué pasa con aquellos que no tienen ahorros, ni posibilidad de invertir, aquellos a los que las deudas les impiden llegar a fin de mes, aquellos que están sufriendo las peores consecuencias de los que muchos llaman estafa y no crisis?
Pues ocurre que a veces la vida sí que concede segundas oportunidades. No de parte de gobierno en forma de ayuda, sino de soluciones reales para ir subsanando todos los errores cometidos, que aunque no fueran responsabilidad directa del ciudadano, sí que es él el que tiene que pagar todos sus efectos colaterales.
En Préstamos Personales Ya encontramos créditos a título personal para unificar las deudas personales en una única cuota que será siempre inferior a la suma de todas ellas por separado. Esta solución deja respirar a muchas familias que siguen teniendo ingresos, pero no los suficientes como para hacerse cargo de todos sus pagos mensuales y, además, poder vivir dignamente.
Krediti web es otro portal financiero de referencia en el que puedes consultar este post sobre préstamos para reunificar deudas y al que puedes acceder a través del enlace que acabamos de dejar. Solo debes recordar que esta es una solución que solo ayuda a familias que están completamente seguras de que podrán hacer frente a los nuevos pagos, pues como cabe suponer, el total a pagar con esta reunificación, las nuevas gestiones, y los nuevos intereses a pagar aumenta.
Sin embargo, la cuota baja porque el periodo para pagarlo aumenta, así que es una solución real si estamos muy endeudados y queremos nuevas facilidades para pagar, adaptándonos de este modo a nuestra nueva realidad financiera y no a aquella que teníamos cuando asumimos nuestras deudas.
Aquellos que lo perdieron todo, también pueden volver a empezar. Los que se quedaron sin casa, sin negocio, incluso estando incluidos en las temidas listas de morosos que te cierran las puertas de acceso al dinero, pueden tener una segunda oportunidad gracias a las agencias crediticias que dan préstamos sin nómina, ni aval e incluso estando en el ASNEF.
Este capital puede suponer un nuevo comienzo o ayudar a aquellos que siguen tirando del carro a mejorar su negocio, adaptándolo a los nuevos tiempos para ofrecer un servicio mejor a sus clientes y aumentar su competitividad.
Pongamos como ejemplo a un gerente de un restaurante, ya que fue uno de los sectores más afectados con la crisis. Ahora, estos grandes héroes que se han mantenido en pie a pesar de todo, pueden aprovechar uno de estos préstamos rápidos para conseguir apps para restaurantes únicas. En este post de klikin sobre herramientas de gestión para restaurante: http://blog.klikin.com/herramienta-gestion-necesita-restaurante/, podemos ver las grandes soluciones que existen actualmente para que el negocio prospere, porque en nuestros días nunca fue tan cierta la frase que dice adaptarse o morir.
El público cada vez es más exigente y demanda un mejor servicio ante la ingente cantidad de oferta que tiene a su disposición. En este sentido, hay que saber ofrecerle aquello que solicita, y en la actualidad queremos innovación, tecnología, inmediatez, una buena atención, un buen servicio, y una excelente relación calidad y precio.
Los restaurantes, por ser el modelo de negocio que hemos escogido para nuestro ejemplo, necesitan optimizar al máximo sus recursos para poder satisfacer todas estas demandas que hemos enumerado, haciendo su modelo de negocio mucho más competitivo y eficiente.