25 de septiembre de 2018
El presidente de la Diputación Provincial de Huelva, Ignacio Caraballo, ha sido imputado en un caso de presunta compra de voluntades con cargo al erario público y se podría ver forzado a dimitir en los próximos días. Según detalla Confidencial Andaluz, Caraballo aparece como presunto actor necesario de una trama con ingredientes propios del caciquismo y nepotismo (en el mejor de los casos) que forman uno de los mantras favoritos de los partidos que llevan cuarenta años incapaces de torcer el brazo electoral al PSOE andaluz.
En Aljaraque, a cambio de cargos institucionales y un contrato en la empresa que gestiona un bien como es el agua de los onubenses, el PSOE habría logrado abortar la moción de censura que hace dos años a punto estuvo de dar la alcaldía al Partido Popular con la ayuda de los dos ediles de Si se Puede (Podemos).
La jueza ha encontrado “verosímil” el relato de los hechos denunciados, y atribuye presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias a Caraballo, al director de Recursos Humanos de la empresa pública Aguas de Huelva, al sindicalista de CCOO José Luis Rodríguez, y a los dos concejales de Sí se Puede en el Ayuntamiento de Aljaraque, Pedro Escalante y Francisco José Martín.
Caraballo se hizo conocido tras emitir un comunicado conjunto con el alcalde de Huelva en el que criticaban unos chistes sobre la bonita ciudad de Huelva, emitidos en el programa "La Vida Moderna" de la cadena SER. Este hecho generó un enorme debate en las redes sociales entre los numerosos vecinos de Huelva que se sintieron ofendidos por el programa y los que consideraron desmedida la respuesta institucional a unos simples chistes.